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LUEGO DE APROXIMADAMente una semana, por fin la pelirroja consiguió organizar toda su vida para poder visitar al chico que tanto anhela abrazar y repetirle lo mucho que lo quiere. Y, al fin, ahora podía sentir como lentamente iba a aterrizando el avión, sintiéndose cada vez mas cerca de el.
Cerro los ojos y suspiró hondo, detesta el aterrizaje. La peor parte de un vuelo sin dudas.
Finalmente, luego de un rato, ya se encontraba caminando dentro del aeropuerto bastante desconcertada. Intentaba buscar con la mirada al chico con el que prácticamente organizó todo el viaje.
Sentía su teléfono vibrar, sabía que era el rubio, pero confíaba en su capacidad de encontrarlo según las indicaciones que le dió anteriormente. Apenas bajó del avión le mandó un mensaje al mismo y este le informó con precisión sobre donde se encontraba, por lo tanto, sólo tenía que encontrarlo.
—¡Ay esta!— Escuchó una voz conocida y empezó a voltear para todos lados buscando la persona que, según ella, era su amigo.
—¡Ay esta Key!
—¿Donde?— De inmediato reconoció esa voz a la perfección, ese es Fran. Tan errada no estaba.
Ignoraron por completo la pregunta del chico y nuevamente la pelirroja escuchó un grito —¡Aca estamos, Key!— Gritó Santi levantando las manos. Finalmente la chica los encontró.
Empezó a caminar a paso rápido hacia donde se encontraban los tres rubios. En cuanto llegó los abrazó uno por uno en forma de saludo, mientras que los chicos la saludaba con bastante alegría.
Se puede decir que ellos parecían estar extremadamente emocionados. Además de eso, estaban bastante cambiados desde la última vez que la chica los vió. Si estaba al tanto de su estricta dieta y todos los requisitos que debían seguir, pero si le sorprendió un poco el cambio.
—No los encontraba. Pensé que deliraba voces— Dijo de forma exagerada y Juani soltó una carcajada.
—Re boludita— La pelirroja rodeó los ojos y le sacó el dedo del medio. Ni ella sabe en que momento le agarro tanta confianza a aquel ruludo, quizas por que, a pesar de no haber hablado mucho, es el único con el que estableció un notorio lazo de amistad.
Los chicos restantes se rieron sin entender mucho, y finalmente, emprendieron camino hacía el auto.
(♡)
—¿Nerviosa?— Preguntó Santi. Se notaba lo emocionado que estaba, por lo que un poco mas lo pregunta saltando de la alegría.
