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Rocio movía sus dedos con nervios, se mordía el labio con insistencia y sentía su corazón acelerarse

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Rocio movía sus dedos con nervios, se mordía el labio con insistencia y sentía su corazón acelerarse.

Alzó su vista y busco a Samantha, la vio del otro lado del café, la rubia alzó sus pulgares para preguntar si estaba todo bien, con lo que Rocio nego ligeramente, Samantha rodó los ojos y sonrió ampliamente, tocando sus mejillas, indicándole a la castaña que hiciera lo mismo.

Esta sonrisa de forma forzada y Rivera hizo una expresión de "Esta excelente"
Mientras hacía un gesto de "ok" con su mano.

Rocio pensó que estaba haciendo el ridículo y rio con honestidad.

Ese día tenia una cita, después de cagarla ya cuatro veces en los últimos meses, Samantha le había dicho que se tome un tiempo y volviera a intentarlo de nuevo.

Así que era la primera cita que tenía en semanas. 

Y su cita estaba llegando tarde.

La pálida señaló hacia la puerta, haciendo gestos raros, para indicarle que ya venía, de inmediato, Rocio volvió a ponerse totalmente roja y sintió que el aire le faltaba, al mismo tiempo que la puerta se abría y entraba, el chico le indicó una sonrisa vergonzosa, la mirada de Rocio no pudo evitar ir hacia sus piernas, expuestas por unos pequeños shorts que llevaba, sus zapatillas sonaron cuando se fue acercando a la mesa.

-Disculpa mucho la tardanza- el chico hizo una reverencia. - Tuve un problema con mi gata.

-Oh, no llevo mucho tiempo aquí, no hay problema- respondió, con su mejor sonrisa-. ¿Que le paso a tu gatita?

Con eso dio comienzo a una charla amena y que iba muy bien, Samantha los veía hablar, reír por los chistes tontos y suspiró de alivio, con una mano en el corazón, creía que finalmente Rocio estaba consiguiendo algo con alguien más, por eso estaba ayudando con eso.

Habrán sido dos minutos en los cuales no la vio y dejó para que siga sola, y no sabe que podría haber hecho para cagarla tan rápido, pero tal como entro, el chico salió del lugar.

Al verlo, se volteó de nuevo hacia Rocio, abrios sus brazos hacia ella.

-¿Que mierda, Torres?

Rocio asintió avergonzada, pago y salió rápidamente de allí de nuevo, yendo hacia Samantha, con un mohin.

-Hable de ti- murmuró.

Samantha suspiro de forma pesada, y rodó los ojos.

-¡Chio! ¿Otra vez? ¿Que te digo siempre? 

-Que no se mencionan a las ex's en las citas con alguien nuevo.

-Nunca, Rocio, nunca- ella asintió-
Venga, pasemos por el parque para tu algodón de azúcar de consolación y a casa.

La de lentes sonrió.

Samantha pasó un brazo sobre sus hombros y comenzaron a caminar a la par en silencio cómodo, hacia el parque, donde pasaron por su algodón de azúcar y continuaron el último tramo con Rocio comiendo "porquería azucarada" según la más baja.

Tirada en el sillón de la sala, mirando el techo, Rocio volvió a preguntar lo mismo que otras veces.

-¿Y si no estoy hecha para el amor?

-Rocio, a mi me amaste bien, y nos fue muy bien. ¿Por qué no podrias hacerlo de nuevo?

-Porque no eres tu, ¿quizás?- Samantha rodó los ojos, y siguió comiendo del cereal con yogur que se había preparado durante la depresión de su ex novia- ¿Sam, quieres volver conmigo?

Samantha en verdad quería.

-No, Chio- respondió automáticamente y con desinterés-. Busca a alguien más, hay mucha gente dispuesta a estar con una chica tan bonita y maravillosa como tú.

Rocio sonrió con mera vergüenza.

Ella siempre le preguntaba a Samantha si quería volver, pero la de ojos oscuros siempre respondía con un no, y por mas que sabía el por qué, le dolia igual.

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Ghost Of You || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora