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-¡¡Feliz cumpleaños, Chio!!
La casa se lleno de aplausos y victores, Rocio sonrió complacida, mientras su amigo aldo lanzaba confeti sobre ella, Roier sacaba fotos y Osvaldo le gritaba al de lentes por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Ivan reia por tanto caos y griterío, a pesar de que eran solo cuatro invitados, cinco con Rocio.
Seis con Samantha.
-Rocio, tengo tu primer regalo en tus dieciocho años- mormuro Ivan cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora, ella lo miró con ojos expectantes.
El alto solo tomo sus mejillas y unió sus labios
Osvaldo grito como colegiala, roier alzó una ceja mientras sacaba fotos de eso también, y aldo comenzó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.
Samantha bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Rocio fue mirar hacia ella, con temor de que estuviera herida por aquello.
La rubia negó, sonrió de forma honesta.
-Es el indicado- dijo, y Rocio pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.
Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde los cuatro se sentaron en los sillones a esperar que Rocio terminara de cortar el pastel.
-¿Alguno habló con abril?- pregunto Osvaldo, con lo que los otros dos negaron.
-No volví a hablar con ella desde lo de Samantha- dijo Aldo, directamente
-Shhh- lo cayó roier- Rocio se la está pasando muy bien ahora tenemos a este chico para distraerla, no arruinen esta noche- palmeo el muslo de Ivan, se sorprendió por lo duro que estaba -¿Cuánto ejercitas?
El de gorro se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendido por se considerado una "Distracción" no sentía ser eso.
-¿Qué? ¿Distracción?- cuestionó Ivan.
-Oh, no, no- el otro muchacho negó, agitando su mano- No te lo tomes personal, amigo- añadió sonriendo- Es que... Rocio ha estado muy mal al respecto y cómo no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no se que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.
Ivan se detuvo unos segundos a pensar pero termino negando.
-La verdad, no estoy entendiendo. ¿Quién es Samantha? ¿Qué pasó?
Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Rocio, sabiendo que había escuchado.
La castaña levantó el plato con las manos temblorosas, río de forma nerviosa y dijo un "Esta bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.
Sintió a Samantha abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban a caer, Rivera ajustó el abrazo, haciendo que se tranquilizara un poco más.
-¿Rocio?- alzó la vista hacia Ivan, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada- lo siento. ¿Estás bien?
Asintió sin más.
-Samantha es mi ex novia- dijo hablando para Ivan, pero sin mirarlo directamente- Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba abril, quien en algún momento fue mi amiga, pero estábamos muy alejadas para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en la casa de sus padres por una noche. Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y, en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeando. Samantha fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor. Abril había querido tirarse, Samantha la salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué, fue solo para ver lo peor.
Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas. En la sala, Osvaldo, Roier y Aldo discuitan en lo bajo que deberían haberle contado a Ivan antes de venir para evitar darle un mal rato a la castaña, y que eran todos unos idiotas.
Ivan tomó un par de servilletas y se acercó a ella con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.
-Rocio, lo siento muchísimo- dijo, haciendo que ésta llorara un poco más Con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema- Estoy seguro que Samantha te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes a un ángel para ti ahora, estas más que bien y protegida- acarició sus mejillas y Rocio sonrió minimamente. El mayor dejo un beso en su frente- Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sola, ¿Lo sabes no? - ella asintió- Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mi también- la abrazó y Rocio se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.
Samantha sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz de que su gran amor pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien que estaba vivo y podía vivir con ella.
Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Ivan, haciendo que un escalofrío lo recorriera.
-Le rompes el corazón y te atormentare el resto de tu vida- susurró en su oído, y los ojos de Ivan se abrieron ampliamente.
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