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La otra semana, Rocio fue una hora antes al estadio, y se quedó parada en la ventana que daba a la sala de ensayo principal, la más grande, en donde iban los mejores, viendo al chico con su cabello como siempre tras un gorro, constrastandolo con s...

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La otra semana, Rocio fue una hora antes al estadio, y se quedó parada en la ventana que daba a la sala de ensayo principal, la más grande, en donde iban los mejores, viendo al chico con su cabello como siempre tras un gorro, constrastandolo con su negra ropa, haciéndolo ver completamente enantador y caliente.

Estaba practicando un enérgico dueto con una chica, el estilo era hip hop, pero la canción era un pop alternativo que casi llegaba a ser rock, no veía ningún tipo de historia o relato en aquel baile, pero Ivan sonreía tan bonito que la muchacha apenas podría concentrarse en la coreografía.

Rocio no podía avitar reír cada vez que la chica terminaba nerviosa que se caía, se marchaba, o le erraba un paso, y Ivan reia con burla porque la estaba poniendo incómoda a propósito. Al salir de clase, cruzaron miradas, y Rocio lo saludo con la mano de forma sutil, Ivan se acercó a ella un poco para hablar.

Conversaron apenas unos minutos, la menor le dijo que le habia gustado su actitud en el baile y que lo había hecho muy divertido, el hip hop no era mucho su estilo, así que no podía decir mucho de bueno, pero se notaba que bailaba como un completo profesional.

Y fue la primera vez que no la cagó a la primera, dejó todo fluir y Ivan hacer sus ligues baratos, hasta intercambiaron números, y cuando se despidió de ella y se fue, al voltear, Samantha estaba allí, como siempre, ella siempre estaba.

-Me vas a matar del susto algún día- dijo bastante molesta.

-Lo siento, no necesitamos más muertos- susurró- hay que admitir que tiene buen culo, Torres- comentó, asintiendo con aprobación.

Rocio rodó los ojos.

-No tienes que aprobar a todas las personas con las que salga.

La rubia se encogio de hombros.

-Quiero que seas feliz y notó cosas en las personas que tu no, así que puedo saber si te quieren para siempre o para un rato, no está mal saber esas cosas, te lastimas menos- hablo con tranquilidad- pero si quieres, no vuelvo a decir nada.

Rocio negó, en verdad le gustaba su opinión de la chica, Samantha siempre supo más cosas que ella, tenía esa capacidad de conocer a las personas en los primero cinco minutos que pasaba a su lado.

Entró a su clase de baile, como siempre, calentamiento, reposo rápido de la coreografía, corregía uno que otro paso que se equivocaba, y el resto de la hora y media era repetir el solo una y otra vez, con música, sin música, de a partes, hasta que algo terminara de alguna manera bien.

Su profesor seguía completamente inconforme con la parte actoral de su danza, se tenía que ver todo, se tenía que ver cuando abrazaba a su pareja imaginaria, como bailaba a la par de esta, como le sonreía y miraba con corazones en sus ojos a la nada, y como al final se rompia cuando era el momento de decir adiós.

Samantha, mirando todo el baile, memorizado de tantas y tantas prácticas, tantas veces, encontró una solución más que indicada, pero no podía hacerlo en los ensayos.

Sería su acto final.

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Ghost Of You || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora