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Ivan y Rocio comenzaron a salir luego de eso, Samantha solía verlos de lejos, se había distanciado de la adorable chica, ella ya había encontrado amor en otra persona.
No le gustaba acompañarlos a sus citas, se sentía mal e indebido, pero ver a Rocio más feliz que nunca, sonriendo y recibiendo cariño, lo valía.
Pasaron varias semanas hasta que fue el momento de la última muestra de baile que vería.
Vio a Rocio siendo alentada con besos por parte de Ivan, y yendo al escenario con una sonrisa, que tuvo que borrar al posicionarse.
De sorpresa, ella fue hacia el escenario también, llevaba la maya de baile color negra, la única que tenía que había usado en las pocas clases de baile que había asistido.
Rocio la miró sin entender, sus ojos cafés alzados con sorpresa, parecía que quería decir algo, pero estaba por empezar.
Samantha sonrió y extendió una mano hacia ella, siendo el primer paso de la coreografía. La castaña la tomó, moviéndose lentamente hasta encontrarse, con el principio de la canción sonando en todo el lugar.
La melodía de una suave guitarra eléctrica, de un piano, de una guitarra acústica, y la voz del cantante, que parecía recitar memorias de ambas mientras se dejaban llevar por el baile y el momento.
Rocio cuestionó con su expresión, una sonrisa había aparecido en su rostro, Samantha solo respondió un "Bailas horrible y tengo que venir yo para hacerte quedar bien", haciéndol reír.
El baile estaba lleno de pasos donde debían estar bastante juntas, tenía piruetas y vueltas que Rivera no llegaba a hacer, pero podría improvisar, había practicado la parte que se había inventado para ella misma, y estaba orgullosa y feliz de que saliera a la perfección.
Bailaban a la par, como si una fuera el espejo de la otra, aunque debían reconocer que Rocio era la que le salía mejor, y Samantha estaba demasiado ocupada admirandola como para que eso le Importara o le afectará.
Torres se sentía más que completa bailando, estaba dando lo mejor de sí y no se estaba dando cuenta, porque sólo se dedicó a pasarla bien a la par de Samantha.
Estaba sonriendo ampliamente, feliz de que su ex novia que tanto amaba se le uniera en su baile, en su dueto secreto, y eso se notaba cada uno de sus movimientos, en la energía de pura alegría que llevaba cada fibra se su ser.
Cercano al final, con la canción volviéndose lenta, con un suave piano sonando, volvían a pegar sus cuerpos, y Rocio la miró con una sonrisa genuina en sus labios, con Samantha entre sus brazos, la rubia mantenía sus manos en su cintura.
-Será nuestro último baile- habló en un susurró, haciendo que la sonrisa contraria se borrara- Ya no me necesitas aquí- Rocio negó, sus cuerpos seguían al baile, aunque estaban muy lejos de aquel escenario- Estarás bien, cariño, él te ama - Tranquilizo- Y yo también te amo.
