8:30 Lunes.
Clarke.
El molesto sonido del despertador me arrancó de mis sueños, recordándome que otro día estaba por comenzar. Sentía ese típico desagrado por los días entre semana y la prisa de llevar a Lyra al colegio me agobiaba aún más. Me levanté con desgana, pero con la premura necesaria para desayunar, vestirnos y partir. Sin embargo, hoy la ansiedad me embargaba más de lo habitual, ya que marcaba el comienzo de mis clases.
Fue Raven quien me animó a solicitar esa beca universitaria, una oportunidad que nunca hubiera imaginado para alguien como yo. El arte y la poesía eran mi pasión, pero mis padres nunca me permitieron explorar esas facetas de mí misma. A pesar de mi apariencia rebelde y audaz, mi interior estaba inundado de palabras y versos, anhelando ser liberados.
Lyra, como de costumbre, se lanzó hacia la cocina, emocionada por las tortitas que preparaba casi todas las mañanas. Devoró su desayuno con entusiasmo, mientras Noah también se apresuraba para ir al instituto.
El colegio quedaba a un paso de casa, así que llegamos rápidamente. Miré a Lyra con una sonrisa y nos despedimos con un abrazo lleno de cariño y complicidad.
Clarke- Lyra! ¿Estás lista para ir al cole hoy? ¡Vamos a aprender cosas súper emocionantes!-
Lyra- ¡Sí, Clarke! Quiero dibujar un arcoíris y contar las estrellas. ¡Y tal vez encuentre un unicornio en el patio!-
Clarke- ¡Eso suena fantástico! Seguro que el unicornio te enseñará muchos secretos mágicos.-
Lyra- Sí, y le enseñaré a volar como un pájaro! ¿Y tú, Clarke? ¿Vas a aprender a hablar con los libros en la uni?-
Clarke- ¡Jaja, algo así,! Prometo contarte todas las aventuras de los libros cuando vuelva.-
Lyra- ¡Genial, Clarke! ¡Te esperaré con un montón de abrazos y muchos dibujos sorpresa!-
Clarke- ¡Eres la mejor artista y amiga del mundo!-
Lyra- ¡Tú también, Clarke! ¡Nos vemos luego para jugar y dibujar muchas cosas!-
Admiraba tanto la imaginación de Lyra. Me llevaba de vuelta a mis propios días de infancia, cuando cada rincón del mundo era una aventura esperando ser descubierta. Solía perderme en mis propios pensamientos, tejiendo historias y creando mundos mágicos dentro de mi mente. Lyra me recordaba esa sensación de maravilla y asombro que solía experimentar cada día. Era increíble ver cómo su mente creativa le permitía explorar un universo lleno de posibilidades. Me hacía apreciar la belleza y la inocencia de la infancia, donde todo era nuevo y emocionante. Estaba agradecida por tener la oportunidad de presenciar su creatividad florecer día tras día.
Regresé a casa y me encontré con mi moto aparcada. No era mía exactamente, pero era mi fiel compañera tanto para los encargos de droga como para mis momentos de pura adrenalina. Disfrutaba cada centímetro de velocidad que podía sacarle a esa hermosa máquina.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro hilo rojo
FanfictionEn el universo de los versos y las emociones, donde el alma se desnuda ante la mirada del poeta, dos almas se entrelazan en una danza cósmica, unidas por un hilo rojo que teje los destinos con la suavidad de un suspiro. Lexa, con sus ojos que destil...