Guerra | Pequeña Venganza

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¡Wiu, wiu! Contenido violento explícito. Bueno, tal vez no tan heavy para algunos, pero por si acaso, proceder con precaución 🧐

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Era un completo caos.

Realmente, un día normal en esta lucha interminable.

De esas ocasiones en donde surgían preguntas como, ¿quiénes eran los buenos? Y ¿quienes eran los verdaderos malos? Cuando el supuesto enemigo pedía clemencia, piedad, con el semblante implorante, lleno de lágrimas rogando por perdonársele la vida.

¿Qué hacías?

¿Dejarlo vivir? ¿Tomando el riesgo de que regresara y acabara contigo en la siguiente oportunidad? O entonces, ¿Apuñalar sin titubear?, ¿cortar su cabeza sin pensarlo dos veces y dejar detrás de ti el rastro sangriento de tu crimen justificado?

Son todas estas cuestiones que de repente salían a flote en la cabeza de muchos, cuando simplemente sentían el caos en su máxima pureza.

La formación se perdió.

El rumbo, el objetivo se resbaló de las manos y sólo quedaba el mero instinto de supervivencia.

A la mierda la misión.

Pensaron muchos, mientras huían despavoridos por sus vidas. Aunque no se les culpaba, pues nadie debería ser juzgado por valorar su propia vida antes que lo demás.

Otros se quedaban a pelear, los más comprometidos en la batalla, los que ya habían hecho un pacto consigo mismos y habían firmado con su sangre su futura tumba: sobre los escombros cenicientos, para fundirse con el suelo como muchos otros guerreros.

Y entre aquellos guerreros, se encontraban por supuesto los titanes, quienes eran superados en número por los toilets, y los refuerzos todavía estaban en camino.

Pero huir de escena no pasaba ni por asomo en sus mentes. La adrenalina estaba en la cúspide y a pesar de que parecían estar en desventaja, se sentían más fuertes que nunca.

Incluso si sólo eran dos de ellos, S-T1 y C-T1 habían logrado abrirse paso, llegando a complementarse muy bien con sus diferentes estilos de batalla.

Algo que había sorprendido gratamente al titán cámara, pues el titán más pequeño, ahora sin ataduras, demostraba hábilmente lo que era capaz de hacer, dejando en claro que el tonto parásito no había sabido aprovechar ni la mitad del potencial que naturalmente portaba el titán.

Su cuerpo delgado y pequeño tenía un propósito: velocidad y agilidad. Totalmente el contrario de C-T1 y TV-T1, que sus estilos se basaban más en la fuerza y resistencia, pues al menos para C-T1, no podía imaginarse a sí mismo haciendo piruetas en el aire ni en sus mejores días.

O eso pensó mientras observaba al titán speakerman desarmar a un toilet precisamente con ese movimiento, terminando con él sin problemas.

También era cierto que S-T1 había recibido algunas mejoras en su sesión de mantenimiento. No tan robustas como los cañones en los hombros del camaraman, o más complementos como las pantallas extras que le habían dado a TV-T1, si no que estas eran más sutiles con tal de no entorpecer su estilo de pelea, como un aumento en la potencia de sus cañones y su núcleo, un jetpack mucho más veloz y menos voluminoso, almacén mejorado para sus característicos cuchillos, etc.

Rescatando al Titán Speakerman | Skibidi ToiletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora