Nacimos para amar y si amamos; morimos.
Aveces puedo imaginar como eran; el color de sus uñas, el brillo en sus ojos, el moviendo de su cabello con el viento.
En su color favorito, en la película que vieron en el cine antes de salir de aquella plaza para nunca volver a encontrarla.
En su butaca que jamás volverá a ser usada, en el último párrafo subrayado en aquel libro que quedó tirado en algún barranco, junto a su alma.
En su closet lleno de ropa que amaba por la que casualmente será culpada.
En las lágrimas inocentes de quien la amaba.
En sus últimas palabras.
Aveces imaginarme sus caras me causará lágrimas.
Porque seguro hay más de una viva, pero llena de marcas.
Hay más de una viva, pero encadenada a las dagas de haber tomado ese tren o ese carro pensando que llegaría sana a casa.
Pensando que divertirse y confiar no causaría nada.
Ilusionada con la idea de que amar no lastimaba.
Hay más de una viva que todavía no entiende nada.
Hay más de una viva, pero culpada.
Aunque seguro hay más enterradas, más de las que quisiéramos que nunca volvieron a pisar su casa, que nunca volvieron a abrazar su cama, que nunca volvieron a sonreír y a respirar, que solo fueron usadas.
Hay más de una allá afuera gritando por las que vuelan libres pero sin justicia por ser lastimadas.
-meessf.
ig: meessf01
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Cartas sin latidos.
Poetrycontrario al título; aquí encontrarás mucho más que simples latidos.
