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Romi.

Después de esa noche con Mati se volvió algo distante, ya no me buscaba para hacerme bromas ni para nada, me hice a la idea de que era porque estaba avergonzado de que alguien supiera que en realidad no era tan duro como se quería hacer ver.

No le tomé mucha importancia y continúe con lo mío, seguía sacando negativos y de vez en cuando metía las narices con los camarógrafos para ver cómo era que hacían las cosas.

Estaba encerrada en la oficina de Nathalia escogiendo las fotos que pondrían para comparar a los actores con las personas reales del accidente, me costó mucho trabajo buscarles el ángulo ideal para que todos notaran el esfuerzo de Bayona por encontrar a gente muy parecida.

Mi vista fue nublada por dos manos que estaban muy frías.

- Estás helado Blas

Bajo las manos y pude ver su sonrisa brillante, estaba con su vestuario y el cabello más alborotado de lo normal.

- ¿Cómo supiste que era yo?

- Te conozco bien - dije subiendo los hombros.

- Y yo a vos -Me entregó un café y unas galletitas.

Jamás ví a Blas más allá que como un amigo, pero a veces era tan guapo que me dolía verlo. No tenía esperanzas de que algo entre nosotros pasará, pero cuando tenía ese tipo de gestos conmigo hacia que mi corazón se acelerara.

- Las galletitas están buenísimas.

- Las hizo mi madre, al parecer no entiende el concepto de lo que es dieta.

- Mejor para mí, me comeré todo lo que tú no puedas.

Deje de lado el café y las galletas y regresé mi atención a la fotografías, Blas caminó hacía el otro lado de la mesa recorriendo todas las fotos tomadas.

- Quería que la conocieras pero no habías regresado de revelar tus fotos.

- De todos modos no sé si esté lista para ese nivel de compromiso

Lo dije en tono de broma pero Blas parecía nervioso, me esforcé por leer sus ojos pero no pude decifrar lo que pensaba. Camino rápido hacía mí tomándome de la mano para llevarme a un sillón de la oficina.

- ¿Qué pasa?

- En una semana terminan mis escenas en la peli, no tengo nada que me mantenga en España y yo sé que tienes la opción de quedarte si quieres.

- Eso si a Bayona le está gustando mi trabajo.

- Le gusta, lo sé, sólo un tonto no podría ver el talento que tienes.

Sus palabras sonaban desesperadas, como si dijera algo obvio que tenía dentro sin poder salir al exterior.

- No entiendo a dónde quieres llegar.

- Intento acercarme a ti pero no sé cómo alejarte de la orilla, siempre parece que estás lista para saltar sin saber si estás cerca de un barranco.

Se paró del sillón y pasó sus manos por su cabello con desesperación.

- Si te preocupa que me quede sola acá te juro que estaré bien, Juani me va a bancar y te escribiré a diario hasta que tengas que regresar para grabar la secuencia del accidente.

- Me importas Romi.

- Lo sé Blasi, pero no puedes ponerte enfrente de mí para salvarme.

- ¿Quieres verme intentarlo? - Respiraba agitadamente y parecía que colapsaría en cualquier momento - No sigas alejándome de ti.

Me quemo por ti ❤️‍🔥|| Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora