Romina.
Después de que Blas y Elena se fueran llevándose una parte de mí consigo, Matías era un gran apoyo que permanecía conmigo en todo momento; a veces con palabras de aliento y algunas otras como una presencia silenciosa pero reconfortante.
Debía de admitir que conforme más tiempo pasábamos juntos, más cariño le tomaba, y la distancia entre nosotros se volvía más corta. Me sentía culpable porque más de una vez mi corazón se alteraba con su olor, o lo miraba más de la cuenta, cuando sabía perfectamente que él tenía una novia esperándolo en casa.
- ¿Pero y si le gustas vos?
- Eso no importa Frani, yo jamás me interpondría en su relación.
- Pero tiene una relación abierta, no te estarías metiendo - Dijo con una sonrisa traviesa
- Como si no me conocieras, para mí es amar a muerte o no amar. No me imagino compartiendo a alguien, mucho menos si se trata de Matías.
Y para mí era muy doloroso serme fiel a mi misma, más de una vez tuve ganas de comerle la boca, sin mencionar que mi corazón estaba en un estado de alerta desde lo que paso con Blas, me había confiado más de la cuenta y había terminado con el corazón destrozado y perdiendo a dos de mis mejores amigos sin explicación alguna.
Decidí concentrar el manojo de emociones que era en el nuevo trabajo que me había puesto Bayona que en realidad comencé a amar.
- Vas a enfocar a Enzo y cuando esté acariciando la cara de Mati lo enfocas a él.
Me partía el corazón ver a Enzo en ese estado, y más sabiendo que apenas termináramos las grabaciones de ese día el tomaría un vuelo de vuelta a Paraguay, ya había perdido a mucha gente y no quería pensar en que nuestra relación también se fracturaría con la distancia.
Con la intención de aferrarme un poco más a su presencia ambos fuimos a cenar esa noche con Bayona para darle una despedida, Mati no fue ya que tenía que seguir sin comer básicamente.
- Ufff, esta buenísima. Estoy enamorado de esta pasta.
Reímos ante su expresión y palabras de disfrute.
- Te lo mereces, tu trabajo a sido inigualable.
- Bayona tiene razón, no podía dejar de llorar después de grabar hoy - Se me cortó de nuevo la voz al recordar
Enzo estiró su mano hasta tomar la mía y la apretó con cariño.
- Por favor no llores o me harás llorar también.
- Bueno, esto amerita una botella de vino, pero por favor no le digan esto a los chicos que me matan - dijo Bayona parándose de la mesa y caminando hacia la barra.
Me limpie las lágrimas en mis mejillas y volvía a mirar a Enzo que seguía tomando mi mano con fuerza, su mirada era suficiente para llenar de paz a cualquiera.
- Te traje algo - dije sonriendo.
Sus ojos brillaron como los de un niño pequeño y saque de una bolsa una cámara, la primer cámara que me dio mi mamá cuando notó que tenía talento. La puse sobre la mesa y su cara era de incredulidad absoluta, sabía perfectamente la historia que envolvía esa cámara.
- No puedo aceptarla
- Sí que puedes, yo te la estoy dando. Mi mamá me dio esta cámara porque confío en mi talento, porque sabía que mi destino estaba tras esta cámara, y al dártela te estoy diciendo que confío en vos, y que sé que tendrás un destino brillante esperándote.
Soltó mi mano y se levantó de la mesa corriendo a mi lado, yo me levanté también y dejé que me abrazara.
- Te juro que no me voy a alejar - Sabía perfectamente el miedo latente que vivía en mi después de lo de Blas y Elena - Siempre voy a estar para vos, estoy a una zona horaria de diferencia - No pude evitar soltar un sollozo.
-Gracias.
Matías.
Estaba en el umbral de la cabaña Romi esperando por su regreso, ella no había estado nada bien desde la partida de Blas y sabía que la salida de Enzo abriría más la herida de su corazón, ellos tenían una amistad cercana que más de una vez me había puesto celoso. Hasta que recordaba que era Enzo, todos lo amaban.
Intentaba guardar calor en mi chamarra cuando la sombra de Romi interrumpió mis pensamientos, tenía los ojos cristalizados y su cara estaba roja, me levante y la acerqué a mí para envolverla en mis brazos, saqué las llaves de su bolso y la metí a su cabaña.
Desde que Elena y Pau se fueron ella estaba completamente sola en ese lugar,
Nos preparé un Mate en lo que ella se ponía la pijama y puse su peli favorita en la tele.
- Sigues con eso, ya te dije que no me gusta el Mate - Dijo de mala gana, pero siempre terminaba tomándoselo de todos modos
- Si te doy café no podrás dormir.
Cuando terminó la película ella ya estaba completamente dormida a un lado mío, tomé nuevamente mi chamarra y me paré dispuesto a irme pero sentí su mano en mi brazo.
- No te vayas, hoy no.
Por mi mente paso sólo una cosa cuando me pidió quedarme esa noche Malena, si bien el amor ya no existía entre nosotros, aún le debía respeto.
Pero no podía resistirme a dormir junto a Romi, el tenerla cerca era como una droga que quería todo el día. Volví a tirar mi chaqueta a un lado de la cama y me acosté a su lado.
Ella volvió a quedarse dormida y yo hice lo peor que pude haber hecho, termine con Malena por un mensaje de texto.
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Me quemo por ti ❤️🔥|| Matías Recalt
FanficMatías acababa de perder a su padre y es un complemento y genuino idiota con todos los que lo rodean, pero la oportunidad de interpretar a Roberto Canessa cambia su perspectiva, así como la fotógrafa que conoce durante el rodaje.