Su cabeza se hundió entre tus piernas, lamiendo tu bonito coño, abriendo tus piernas para tener mejor acceso a tu clítoris. Te muerdes el labio para ocultar tus gemidos recordando que hay gente a pocos metros. Tu espalda se arqueó al sentir dos dedos entrando en ti, enroscándose directamente en tu punto g. un aullido escapó de tus labios y rápidamente tapaste tu boca con la mano, mirando hacia abajo para ver que Jooheon se había detenido en su movimiento, sus ojos iniciándote, como una advertencia.
"Silencio"
Una vez más, su lengua de nuevo en tu clítoris, una mano viajando bajo tu camiseta para acariciar tus tetas y la otra de nuevo golpeando tu punto. Su lengua arremolinándose alrededor de tu coño, chupando y lamiendo cada gota que liberabas. Tus manos agarrándose a su pelo y tu visión borrosa, sin darte cuenta de lo fuerte que gritabas cuando estabas a punto de correrte. Sintiendo el vacío que bañaba tu cuerpo, te das cuenta de que se cierne sobre ti.
"Ya que parece que no te puedes callar, vamos a rellenar esa boca tan bonita que tienes". Tus ojos observaron cómo se bajaba lentamente los pantalones de chándal, dejando al descubierto su miembro duro, ya chorreante de precum. La forma en que se alzaba sobre ti te hacía sentir tan sumisa, nunca pensaste que tú y tu mejor amigo llegaríais tan lejos. Sus manos se enredaron en tu pelo para hacerte la coleta perfecta a la que agarrarte mientras estabas cara a cara con su miembro. Cogiéndolo despacio, no perdió el tiempo follándote la cara, pequeños gruñidos escapaban de sus labios aquí y allá al sentir su punta golpeando el fondo de tu garganta.
Se te llenaron los ojos de lágrimas al sentir las arcadas de su polla, tus ojos inocentes alzaron la vista para verle mirándote fijamente. Avergonzada, cerraste los ojos. "No seas tímida, eres tan guapa cuando estás de rodillas amor" sentiste como el calor llenaba tu boca, y sin más te tragaste hasta el último trozo.
"No creas que he terminado contigo"
