LEE KNOW

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"Mantén las manos quietas, estoy intentando ver la película", susurras.

"Solo te estoy sujetando el muslo, relájate", susurró Minho.

A Minho y a ti os encantaba el cine, ibais siempre que podíais. A él le encantaba sorprenderte con entradas y luego invitarte a todos los aperitivos que pudieras desear. Los dos aprendisteis al cabo de un rato que en el cine hacía un frío que pelaba y que había que empezar a llevar una manta. Esto le dio a Minho la oportunidad perfecta para agarrarte los muslos.

"Bueno, no me ayuda a relajarme, déjalo ya".

Minho se ríe entre dientes antes de frotar pequeños círculos con el pulgar en la parte exterior de tu muslo, acercando cada vez más su mano a tu núcleo vestido.

"Minho", le susurras, "estamos en público".

Él no dice nada, con los ojos pegados a la pantalla.

Después de un par de minutos, él todavía no había movido su mano. Es todo en lo que puedes pensar, su pulgar frotando círculos en la parte superior de tu muslo y su dedo meñique descansando inocentemente contra tu núcleo.

"Min", susurras de nuevo.

"Calla, estoy intentando ver la película y me estás distrayendo".

Luego mueve lentamente el dedo anular y el corazón hacia abajo, hasta que descansan en el lugar donde estaría tu entrada y su palma se apoya en tu clítoris.

Tus caderas se levantan lentamente para intentar sentir más de su mano. Puedes sentir tus bragas pegadas a tus pliegues, deseando nada más que Minho te alivie en el cine.

Minho se ríe ante la respuesta de tu cuerpo, pero su atención sigue plenamente centrada en la película que tienes delante. Has perdido por completo la concentración en la película, lo único en lo que puedes pensar es en él y en lo mucho que lo necesitas.

Pasan unos minutos, podrían haber sido cien o cinco, no habrías notado la diferencia, antes de que Minho haga su siguiente movimiento. Vuelve a mover sus dedos anular y corazón hasta tu clítoris, a su mismo ritmo lento. Una vez que llega a tu clítoris dolorido, lo frota con pequeños y lentos círculos.

Sueltas un suspiro que no sabías que estabas conteniendo y apoyas la cabeza en el hombro de Minho. Le oyes reírse y te besa en la frente. Cierras los ojos y dejas que tu cuerpo se relaje. Solo sientes placer.

Minho retira la mano y tú abres los ojos y levantas la cabeza.

"¿Lista para empezar?", pregunta Minho con una pequeña sonrisa en la cara.

Vuelves a centrar tu atención en la pantalla y ves que están pasando los créditos. Pones los ojos en blanco y reclinas la cabeza en la silla.

"Vamos, nena", se inclina para susurrarte al oído. "Vámonos a casa y yo me ocuparé de ti".



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