Era una situación inusual que pocos entenderían. Lo primero es que estabas en una relación con tres hombres, y la segunda cosa fue que te puso en su estudio para ser un alivio personal del estrés.
Cuando Chan había mencionado el libre uso, no estabas segura de a lo que se quería referir. Jisung fue el más educado - lo que no sorprendió a ninguno de ustedes, como él es un monstruo masivo - y Changbin estaba tan confundido como tú. Investigando el torcejal juntos te mostró que sí, te encanta ser un juguete a su disposición y llamarte cuando necesitas que lo estés. Tú también tenías los aspectos románticos de la relación, lo que te hacía más feliz.
Las reglas eran simples. Los visitaste en el estudio -algo que hacías cada vez que estaban allí, de todos modos-, pero si te sentías cómodo con el uso gratuito, ibas a usar el costoso collar que Changbin te compró. Visible, para que pudieran verlo, y luego te usaron como su juguete. Era la forma más sutil de consentimiento de la historia, y te encantaba cada segundo de ella.
"Cantas de mierda, Chan," Changbin salió de la cabina de grabación, lanzando su teléfono a la mesa. Normalmente tenía sus raps hechos en una o dos tomas, y él estaba yendo por un tiempo. Acabas de estar desplazándote a través de tu teléfono boca abajo en el sofá, pateando los pies. Escuchaste burlas a Jisung, y luego se estaba riendo. Siempre te quedas callada, sólo hablas cuando te necesitaban.
"Sácate tu enojo y luego intenta de nuevo," sugirió Chan, tratando de ser suave con el hombre más joven. Cuando lo miraste, te miraba directamente, los músculos abultados en su camiseta negra ajustada pero su cabello tan suave y los ojos tiernos. "-Jisung, vete."
"Pero si va a follarla quiero mirar."
-" Jisung," cantaba, las cejas levantadas cuando miraba al más joven. Jisung murmuró unas pocas palabras de elección, y luego dudo en levantarse para ir a la cabina. Escuchaste a Changbin murmurar algunas cosas a Chan, y luego se acercaba a ti en el sofá. Ni siquiera dijo nada - contento con voltear la falda hacia arriba y exponer tus bragas de algodón a la habitación, .
Changbin murmuraba, el pulgar deslizado a través del dobladillo de tus bragas. Inmediatamente bloqueaste el teléfono, tirandolo descuidadamente al suelo y esparciendo las piernas obedientemente. Changbin se rió, moviendo tus bragas hacia un lado. "Eso es. Qué buen juguete, conejita."
Esperaste pacientemente, cabeza abajo en el brazo del sofá mientras escuchabas el parpadeo de un cinturón siendo deshecho y los vaqueros cayiendo. El tejido se escurrió a medida que se acercaba, y luego sus antebrazos musculosos te enterraban en el material de cuero en el que estabas tumbada. Sabías que estabas mojada. Siempre estuviste, esperándolos así, habías necesitado algo dentro de ti tan pronto como entraste en la habitación.
"Binnie," murmuraste, retrocediendo las caderas. Se estaba tomando su tiempo. Changbin te besó la mejilla con cariño, y luego estaba metiéndote, su polla gruesa estirándote más allá de toda creencia. Te gustó de esta manera - desprevenido, para que pudieras sentirlo completamente. Era el más grueso, y tú te quejabas mientras sentías los pelos cortos y recortados en su base rascándote contra tu culo. Ya tocó fondo.
"Que bien se siente amor," murmuró, besándote el cuello. Asentiste, dejándolo follarte a un ritmo constante. Jisung y Chan estaban haciendo algo - no estabas segura de qué, ya que estabas preocupada por una maldita polla. Tu coño estaba tan húmedo a lo largo de su pozo que el tobogán era celestial, y siempre te gustó ser fácil para Changbin empujar hacia adelante así. Eras su juguete, sólo hablabas con cuando eras necesario y listo y esperando con un agujero mojado. "Has estado mojada así todo el tiempo?"
"Siempre lo estoy, Binnie," dijiste, gimiendo mientras empezabas a follar tus caderas de vuelta a su polla. Sabías que le gustaba a Changbin así, cuando empezaste a entrar realmente en ello. Nunca predijiste cuánto te alías como a un juguete te expondrías. "Me encanta tu polla tanto, tan gruesa, Binnie-"
