Intentas estudiar en paz, pero es difícil cuando tu compañero de piso y su novia estaban discutiendo otra vez, era como la discusión número cincuenta de esa semana.
Llevabas tiempo viendo el comportamiento de su novia respecto a Yunho, le controlaba con quién hablaba, con quién salía, le había bloqueado contactos del teléfono, se enfadaba si no le contestaba a los mensajes rápidamente.
A veces incluso te preguntaste cómo ella nunca hizo ningún alboroto a Yunho teniendo a otra mujer como su compañera de piso, o al menos no escuchaste una discusión sobre eso.
Lo que más te molestaba era por qué diablos no rompía con ella, porque él no reconoce a ella, no una buena novia, sus gritos que vienen de la cocina confirman eso. Sus argumentos se han vuelto más frecuentes y aburridos con el tiempo.
Pero ahora no fueron solo sus peleas las que te hicieron distraer. Mentirías si dijeras que no estabas enamorada de Yunho cuando te convertiste en compañeros de cuarto, siempre tan educado y gentil cuando ambos estuvisteis en tu casa. Pero ese es sólo él siendo una buena persona, y después de haber conseguido una novia sabías que tus sentimientos tenían que desaparecer, lo cual no era particularmente fácil, ya que ambos compartían una casa, pero aun así lo lograste.
¿El problema ahora? Volvieron más fuerte que nunca. Sabías que si pasabas más de cinco minutos en la misma habitación que él, saltaste en sus brazos y su novia te mataría literalmente. ¿Por qué? Durante las últimas dos semanas, más o menos después de pelear, tienen algún tipo de sexo salvaje, lo que te hace incapaz de controlar tus fantasías.
Escuchar los gemidos y gemidos de Yunho, durante los últimos días te hizo empezar a tener una atracción sexual hacia él, y complacerte a ellos ha sido tu placer culpable. Sabías que estaba mal, que ninguna cantidad de problemas con ella haría que estuviera bien para él engañar, pero Dios, las cosas que harías para cambiar de lugar con ella en esa cama.
En medio del día, de repente, te imaginas los escenarios más sucios y salvajes que te hacían viajar esas manos en tu coño, esos labios en tus pechos y su polla golpeando profundamente dentro de ti. Eras adicta a algo que no habías intentado antes.
Dejaste el lápiz que sostenías cuando oíste gemidos que venían de la habitación de Yunho - sus gemidos. En silencio se acercó a tu cama, te quitaste los pantalones cortos y las bragas, y luego te acostaste en tu cama.
Mierda, sus débiles gemidos profundos enviaron un escalofriante por la columna vertebral. Suprimiste tú gemidos mientras frotabas círculos en tu clítoris, ajustando tu ritmo al volumen de gemidos de Yunho, imaginando que eras tú quien le hizo sentir tan bien y todas las cosas indecentes que le dejarías hacerte.
A pesar de todo, te juraste a ti mismo que mantendrías este deseo para ti mismo, que nunca coqueteas o harías movimientos en Yunho mientras estaba en una relación.
Pero eso es tan difícil cuando no te ayudó a reprimir tus anhelos.
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Mientras comes miran tu programa favorito, ves a Yunho saliendo de su habitación, completamente vestido: camisa blanca abotonada adornada con una corbata negra, bueyes y pantalones negros que combinan con su traje azul oscuro. Se marcó en el espejo de la sala de estar, saliendo y probablemente no volverá hasta mañana al mediodía.
Tu atención volvió a la pantalla delante de ti, escuchando sus zapatos haciendo clic en el suelo y la puerta delantera cerrando.
Después de un episodio o dos, escuchaste la apertura de la puerta principal, oyendo a Yunho golpeando sus zapatos en la entrada. Dio la vuelta a la cabeza para que te encontraras con un Yunho cabreado.
