YUNHO

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Desde que le regalaste a tu novio, Yunho, el nuevo juego de Spider-Man 2 para su PlayStation, ha estado demasiado ocupado. Nunca te molestó que Yunho se tomara tiempo para jugar, siempre tenías un horario no oficial para hacer tu propio trabajo o pasatiempos mientras él jugaba. Sin embargo, han pasado dos días y el juego se estaba interponiendo lenta (pero rápidamente) tanto en vuestra relación como en la vida misma. Apenas ha comido, dormido, y estabas más que segura de que lo único que hacía en el baño era usar el retrete, lo que significaba que necesitaba desesperadamente una ducha.

Llamaste a su puerta y asomaste la cabeza, teniendo que entrar con un suspiro al ver sus auriculares puestos. Lo más probable es que estuviera jugando con sus amigos (disculpándose mentalmente con sus compañeros sabiendo exactamente por lo que están pasando) tocándole el hombro para llamar su atención. Yunho te ignora descaradamente, poniendo los ojos en blanco mientras le sacudes el hombro diciendo su nombre de nuevo para robarle la atención del juego. Esto acaba con él pausando el juego finalmente, murmurando a sus amigos que tenía que ocuparse de algo, el grupo gimiendo diciendo que lo hicieran rápido. Girando la cabeza, lanza un molesto "¿sí?".

"No seas malo, Yunho. Intentaba no interrumpir y preguntarte si querías algo de comer pero no me oías".

"No tengo hambre". Va a volver a ponerse los auriculares, lo detiene colocándolos de nuevo sobre el escritorio.

"Si ves no te creo porque no has comido en unos días y estoy empezando a molestarme".

Levantando un puñado de envoltorios de caramelos vacíos, miras a Yunho diciendo que los caramelos no son una comida nutritiva, un mohín se forma en su cara mientras gira su mano para dejar que los envoltorios caigan de nuevo sobre su escritorio. Por suerte, era lo suficientemente inteligente como para no discutir con la lógica.

"Sólo te lo pido, ven a comer, dúchate, y luego si quieres volver a jugar, genial. Odio parecer tu madre".

Yunho se sonroja, disculpándose mientras les dice a todos que volverá más tarde, guardando el juego antes de cerrarlo. Se levanta y siente el dolor de estar sentado demasiado tiempo, su estómago vacío gruñe ruidosamente mientras, tímidamente, te coge de la mano para ir a la cocina contigo.

"Hueles mal", dices riéndote, casi arrastrado hasta la cocina, donde Yunho ha terminado varios cuencos de arroz y platos de carne. Te alegraste de verle por fin comer como es debido, disfrutando de tu estofado caliente mientras él asaba más carne para compartir entre los dos en la parrilla portátil.

Al terminar, os acomodáis en vuestros asientos y Yunho te da las gracias por la comida. Tú te ríes de él, diciéndole que no había problema y que te alegrabas de que hubiera comido. Yunho se excusa para ir a ducharse y te da un beso en la frente antes de correr hacia el baño. 

Normalmente te molestaría tener que hacer la cena y luego limpiar en solitario, pero al oír la ducha por fin en marcha después de unos días, haces encantada la mayor parte del trabajo.
Colocas los últimos platos secos en los armarios y te das la vuelta al oír abrirse la puerta del baño, esperando a que Yunho vuelva a la cocina (seguramente para enseñarte que se ha duchado como un perrito). Como si nada, Yunho sale del baño y vuelve a la cocina con unos pantalones cortos negros y un jersey gris lavanda, con una toalla alrededor del cuello para evitar que se le mojé el jersey con el pelo. Le das un fuerte abrazo por la cintura y hundes la cara en su pecho, inhalando su aroma a limpio antes de mirarle con una enorme sonrisa.

"Hueles muy bien. Gracias".

"Gracias a ti por cuidar de mí". Yunho dice mientras se inclina y te planta un beso en los labios, caminando de nuevo hacia su sala de juegos.

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