Un Dragon de Perlas y Seda

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       Al llegar a la sala del Trono observe a Alicent junto a la Mano del Rey quienes le hablaban al rey, este solo se mantuvo callado ante las peticiones de ambos.

- Mi Rey, debe estar muy cansado, este humilde servidor suplica que vaya a descansar a sus aposentos- suplico Otto mientras que Alicent tomaba la mano de mi abuelo.

- Espero no estar interrumpiendo nada- mencione tranquilo al recibir sus miradas.

- Se supone que el príncipe este atendiendo a sus invitados- añadió la reina mientras se acercaba a mi.

- La competencia de arqueria ya culminó, de hecho los invitados ya viene de camino, solo quería asegurarme de que todo estuviera en orden- observe de reojo a sir Otto quien ahora estaba mirarando directamente hacia mí.

- El rey no se encuentra bien, lo mejor es que regrese a sus aposentos - antes de que Sir Otto pudiera continuar con su discurso, el rey tosió interrumpiendolo.

- Estoy perfectamente bien y voy a saludar a mis subditos- ante las palabras de mi abuelo sonrei e hice una reverencia antes de irme.

- LARGA VIDA A EL REY VISERYS!!- ante aquel grito de gloria todos alzaron sus copas, desde la altura de un escalón pude ver cómo todo los lores brindaban por la vida de mi abuelo, mi madre quien se encontraba a mi lado brindando, espero a que todos bebieron para poder dar su discurso.

- Primero que nada quiero agradecerles a todos por estar aquí, debió ser un viaje largo, pero nada fue en vano, se los aseguro. En un día como hoy lo presento ante ustedes, a mi hijo, Lucerys Velaryon- ante la atención de todos hice una reverencia. Mi madre me miro con una sonrisa y en una suave caricia tomo rápidamente mi mentó, sonrei tímidamente ante tal acto y con gracia volvía enderezar mi postura.

- Mi nieto...- ante los murmullos de mi abuelo todos volteamos a verlo, sentado sobre una manta en el Trono de Hierro mi abuelo me llamó con una mano y con la autorización de mi madre camine hasta el.

- " Que sucede abuelo?"-
- " Ayúdame"- ante la petición de mi abuelo, lo ayude a bajarse del Trono Hierro, Sir Otto intento acercarse pero el abuelo sólo rechazo su ayuda. Al llegar enfrente del publico, el abuelo tosió un par de veces, como si estuviera preparándose para dar un discurso.

- Hoy celebramos el cumpleaños de mi nieto Luke, un joven fuerte e inteligente, el cual es un noble ejemplo de esta nueva generación, yo lo presento ante ustedes, ante mi pueblo, mi orgullo y descendencia, Lucerys Velaryon, sangre de mi sangre, Sangre Valiria-

    Mi abuelo posó su mano sobre mi mejilla mientras la mitad de su rostro visible mostraba lágrimas y una leve sonrisa. Ante la conmocion de tales palabras el público aplaudió y estando conmovido por sus palabras mis emociones se apoderaron de mi y las lágrimas que caían por mis mejillas humedecieron la mano de mi abuelo.

-" Gracias" - susurre para que solo el pudiera escucharme, el abuelo rodeo mi cuello y me abrazo.

     Todos estaban emocionados y ciertamente confundidos, luego del cumpleaños de presentación de Rhaenyra, el rey Viserys no volvió a hacer ningún discurso, nisiquiera por los hijos que tuvo en su segundo matrimonio. Sin duda alguna fue una sorpresa escucharlo y más para su esposa e hijos, quienes observaban con cierto horror o sorpresa como eran suplantados por el favoritismo.

      Heleana era la única sonriente, quizás por que sabía que este dia oficialmente era el cambio del futuro, un futuro que desde que Lucerys regreso a Desembarco del Rey hace 8 años cambió drasticamente.

- Que sorpresa..-murmuro Aegon con ironia mientras terminaba su tercera copa en la Sala del Trono. Aemond a su lado observaba las lágrimas de Lucerys con desprecio, odiaba aquel sentimiento que le provocaba verlo llorar, odiaba todo lo que sentía por Lucerys, odiaba a Lucerys. Odiaba todo lo que tuviera que ver con su sobrino.

𝓑𝓵𝓪𝓬𝓴 𝓢𝔀𝓪𝓷  || 𝕷𝖚𝖈𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora