Capitulo 11

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*narra Guillermo*  

Todo mi cabreo se esfumo en ese instante. La discusión la dejé en un lado. Samuel no se encuentra bien, sabía que él nunca bebía así que tal vez esta resaca le estaba pegando algo fuerte. Pero ya esa sangre en la cubeta significaba que ya algo no anda bien

—Willy... Duele mucho -dice agonizando de dolor

—Tranquilo Vege... –no sabía que decirle, no sabía que tan lejos queda el hospital solo que Luzu va a toda leche en el coche

—Willy... ¡Cubeta! –me revolvía el estomago ver eso - ya no aguanto este dolor

"Lo que daría porqué ese sufrimiento fuese el mío y no el tuyo" no sé si lo pensé o lo dije. Ya había visto a Samuel destrozado pero era sentimentalmente y por el alcohol, esta vez sabía que podría ser hasta algo peor

—Ya llegamos –Lo saco lo más rápido que pude pero el ya ni se podía sostener a si mismo

—Yo te ayudo Willy –mientras que Luzu me ayuda con el agarre de él; ya el tío se había desmayado

Apenas pasamos por esas puertas de cristal, se llevan a Samuel en una camilla con un montón de enfermeras mientras lo conectan a unas maquinas. Todo se tornaba confuso mientras hablan todos a la vez, Luzu se me acerca y me aparta de ese caos

—Todo estará bien...

—si no hubiésemos salido anoche... Si no hubiésemos bebido. Todo estaría bien –siento miedo sobre lo que le pudiese pasar a Samuel

—no te lamentes por eso tío. Samuel estará bien... Ya sé porque no vais a comer algo, no puedes estar en este agobio. –luego de ver en vivo los vómitos de él, no tenía ganas de comer.

-realmente no tengo ganas pero faltan cosas para la casa que necesito comprar, tal vez... –apenas me levanto observó que se acerca un doctor a nosotros.

—¿familiares o amigos del señor de Luque?

—¡por aquí! –digo casi gritando, necesito saber que le pasa a Vegetta

—¿usted es su pareja? –que pregunta tan extraña y lo peor es que me la dice a mi. ¿Qué le importa si es mi pareja o no?

—claro que no. Solo amigo –ya mis mejillas se tornaban rojas de vergüenza

—mas que mejores amigos –dijo Luzu con una sonrisa, le trituro la cara...

—está bien... El chico esta estable de momentos, pero hay mucho alcohol en su cuerpo, debo hacer unas preguntas... –eso me quito un peso de los hombros

—¡uff chaval! –lo interrumpo, fue inevitable —perdón puede proseguir

—¿el chico ha bebido de esa manera antes? ¿Comió algo antes de beber o antes de llegar?

—pues él no es de beber, nunca ha bebido de esa forma.

—¿pero ha comido algo? –ahora recuerdo que ni él ni yo comimos antes de irnos al club y el no ha desayunado

—la verdad es que no tiene nada en el estomago, ni antes de irnos a beber ni para desayunar, ¿es grave?

—casi, solo tiene alcohol en su cuerpo y al no estar acostumbrado, su cuerpo no respondió de la mejor manera. Solo vigilaremos que no tenga alguna hemorragia y puede que le demos de alta mas tarde.

—ves que Vegetita está bien, yo me quedo con él, tu y Lana vayan a comprar las cosas para la casa. –lo pienso dos veces antes de darme cuenta de las cosas que todavía quedan por comprar, no quiero apartarme de Vegetta pero no me queda de otra

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Es impresionante lo barato que son las cosas aquí, en poco menos de 6 tiendas ya teníamos casi todo, solo faltaba una maldita tostadora que no encuentro, compré unos juguetes de Toy Story que Samuel le va a encantar y una vajilla morada. Mientras pagamos los muñecos me llega una llamada de él. ¿Samuel? ¿Ya tan rápido se recupera ese tío?

—Hombree... ¿que tal Vegetta?

—hombre Willy, los estamos esperando ¿donde están ustedes dos? Que luego Luzu empieza con los celos —me alegra que pueda escuchar al mismo Samuel de siempre y no agonizando...momento ¿celos?

—por aquí haciendo cositas, sin pensar mal que te conozco, dentro de un rato vamos a casa

—Está bien, te veo hermosote –cuelga y noto que estoy sonriendo, más de lo normal

—¿Vegetta no? –acaso todo el mundo puede leer mentes en Los Angeles

—si... pero ¿cómo lo supiste?

—tu sonrisa te delata, ustedes hace bonita pareja –que se le pasa por la mente a Lana —just sayin' –aunque no sería tampoco una mala idea intentar algo con Samuel... ¿Qué pasa por mi mente?

Termino de pagar las cosas. La cantidad de bolsas que cargamos era una pasada, me sorprenderé si todo esto llega a entrar en el coche. Camino a casa veo un gimnasio y recuerdo la idea que tuve de ponerme en forma, no lo pierdo de vista cuando el coche se detiene, no me di cuenta de que ya llegamos. Cuando entramos a casa estaba Luzu

-¡Llegamos!

—¡Hiiiiiii! –lana y su voz aguda

—¿qué tal cariño? Y tú también cariño segundo

—pues es todo más barato que en España, compramos varias cosas. Lo demás está en el coche. Qué tal si nos ayudas

—está bien. Espero que hayan comprado comida...

Cuando terminamos de bajar las bolsas doy un vistazo a la hora y son las 6:30. ¡Ostras! como ha pasado el día y el princeso Samuel no se despierta.

—Bueno nosotros nos vamos, en un rato vamos a cenar así que estén listos. Nos vemos

—Está bien. Adiós

Solo me recuesto sobre el sillón. Estoy agotado y quiero descansar. No he visto a Samuel en un buen rato, debería ver si se encuentra bien. Apenas trato de abrir su puerta él la abre antes.

—¿qué tal Willy? escuche ruidos pero no le di mucha importancia, estaba duchándome...–aparece así de pronto y ni si quiera se había puesto la camiseta, solo unos bermudas y su torso desnudo. ¡GUILLERMO A TIERRA! me obligo a mi mismo antes de empezar a babear

—Que tal mi bello durmiente, ya era hora de despertarse. Estábamos acomodando algunas cosas, por cierto en un rato saldremos a cenar

—¿cómo me visto? ¿Así estoy bien? –casi que modelándome, "Guille no observes demás" debo obligarme de nuevo

—Con una camiseta te ves perfecto –y empezamos a reír mientras se pone la camiseta rápidamente, este Samuel es el que me hace sentir bien

—Cómo te has sentido? ¿No te duele la tripita? ¿Has vomitado? –ya estoy siendo un poco sobreprotector

—Tranquilo Willy, estoy bien. Hoy ha sido un día de infierno, porque no relajarnos un poco –Vaya expresión "un día de infierno" —Que tal si luego de cenar paseamos por las calles de LA, solo nosotros dos. ¿Quieres?

Está bien ya eso fue todo, era básicamente una petición para una cita... Salida como amigos. No podía negarme

—Acepto –mi sonrisa esta que sale de mi cara. Por fin algo de felicidad y la experiencia dice aprovéchala lo mejor que puedes

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Un Radical CambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora