Capítulo 1

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Entre Risas y Lágrimas

Era impresionante lo rápido que pasa el tiempo, Eddie y Buck están juntos hace más de 4 años. Los cuales han estado llenos de amor y felicidad. Pero también han sido algo difíciles, un poco debido a su peligroso trabajo, pero en gran medida por sus complicadas relaciones con sus respectivas familias.
Lo importante es que a pesar de los baches, pudieron salir adelante de cada uno de los problemas, gracias al inmenso amor que sienten el uno por el otro. Después de todo, los momentos que parecen más cercanos en el tiempo y los que suelen recordar más son los momentos llenos de amor y felicidad.

Para Buck parecía que solo hacía unos meses de aquella tarde en la que luego de haber estado paseando por el zoológico los tres juntos, al regresar a casa mientras hacía el almuerzo para Christopher encontró aquel anillo y luego Eddie se había puesto de rodillas pidiéndole matrimonio. Acontecimiento del cual ya hacía dos años y que recordaban como uno de los días más felices, junto con el día de su boda.

Otro día que ambos recordaban y atesoraba con mucho aprecio, era el día en que se habían hecho novios oficialmente, donde luego de cenar habían salido a caminar por el reconstruido muelle de santa mónica y al llegar al final de este, al mismo tiempo y casi como si estuviera planeado ambos habían decidido pedirle al otro que fuera su novio.

De cada uno de aquellos bellos recuerdos también existía una contraparte, recuerdos amargos protagonizados por las familias Diaz y Buckley, sus familias nunca han estado de acuerdo con su relación.

El matrimonio Diaz no aceptaba el hecho de que su hijo saliera con otro hombre, y habían decidido apuntar a Buck como responsable de aquel suceso.

Alegaban que la relación era inmoral y perjudicial para Chris, a quien habían internado alejar de la pareja. Pero a lo largo de los años, los padres de Eddie, habían tenido que acoplarse a los hechos, principalmente porque era la única forma que habían tenido de poder seguir viendo a su nieto.
Eddie había tenido una larga conversación con ellos, donde además de poder disminuir la creciente distancia que se generó entre padres e hijo, también les había demostrado cuán feliz era su nieto con sus nuevas elecciones. Lo que aún no lograba Eddie era que sus padres aceptaran a Buck como parte de su familia a quien responsabilizan y culpaban del "mal camino" que había tomado en su vida.
A Eddie todavía le frustraba que sus padres pensaran así, porque sabía que Buck sufría en silencio ante las palabras y actitud de sus padres.

Por su parte Buck, si bien le dolía la constante indiferencia y trato hostil que recibía de ellos cada vez que estaban de visita, lo soportaba porque sabía cuánto los quería Chris, y cuán importante era para Eddie su familia, sobre todo su madre.

Con respecto a los Buckley las cosas eran un poco diferentes. Si bien en un principio se mostraron sorprendidos y algo reticentes a la declaración de su hijo con respecto su orientación, no fueron tan radicales al respecto. Habían sido parte de su boda, mostrandose cordiales y podría decirse felices con la pareja, pero siempre mantenido cierta distancia con la nueva familia de su hijo. Tomando la actitud de realizar reuniones familiares con sus hijos en las que Maddie y Evan eran invitados, pero no Eddie y Chris.

En un comienzo Buck pensó que eran ideas suyas, que sus padres no serían capaces de hacer tal cosa, quizás solo querían recuperar el tiempo perdido y pasar tiempo solo con sus hijos. Pero luego Maddie formalizó su relación con Chimney, y este sí había sido invitado a las cenas familiares, incluso su hermano Albert fue incluido.

El niño que aún existía dentro de Buck quería fervientemente que sus padres lo aprobaran, por lo que a riesgo de que las cosas salieran mal nuevamente, había intentado que sus padres conocieran más a Eddie y a Chiris, con la esperanza de que se maravillaran tanto como él con aquellos dos chicos. Los tres organizaron una reunión en su nueva casa y esperaron con nervios y ansias la llegada del matrimonio Buckley.

Aquel día había sido catastrófico, sus padres no habían sido buenos con los nuevos integrantes de su familia, Buck aún estaba demasiado apenado y enfadado de cómo habían tratado a Chris por su discapacidad.

Luego de que se fueran de su casa, más pronto de lo que los tres esperaban, Buck había mimado a Chris hasta que el inocente niño de 8 años se había dormido en sus brazos.
Luego de dejarlo en su habitación, Buck no perdió el tiempo yendo donde Eddie, para despotricar contras sus padres y disculparse una y mil veces, dejando salir todo el enojo y frustración que le ocasionó la actitud de sus padres con el niño que tanto amaba.

Pero Eddie sabía que detrás de aquellas disculpas, de ese enojo y frustración, Buck escondía un gran dolor. Conociéndolo lo dejó desahogarse libremente mientras insultaba a sus padres, preparado para contenerlo cuando la intensidad del momento bajará en pocos minutos. Al ver que Buck se calmaba no perdió tiempo en acercarse a él y abrazarlo, solo basto esta acción para que su esposo se rompiera, sin poder evitar llorar desconsoladamente entre sus brazos, mientras seguía pidiendo perdón una y mil veces por sus padres. Con el objetivo de enmascarar su dolor por la constante indiferencia y desaprobación que mostraban sus progenitores ante su vida.

La realidad era que como casi todo en lo que refería a sus padres, Buck no terminaba de comprenderlos, pero esto no significaba que no le doliera su actitud. Sobre todo luego del gran esfuerzo que había hecho por comprenderlos y perdonarles que le habían ocultado toda su vida el motivo de su nacimiento y la existencia de su hermano.

A pesar de ello, luego de años de no tenerlos presentes no quería perder todo contacto con ellos nuevamente, por lo que sin querer generar más asperezas en la ya rígida relación, intentaba llevar todo lo más pacíficamente posible. Tomando la decisión de seguir asistiendo él solo, al menos una vez al mes, a las cenas que estos organizaban cada jueves, a pesar de que le doliera que sus padres no aceptaran la nueva familia que él había formado.

Las situaciones con ambas familias no dejaban de ser demasiado difíciles y dolorosas para ambos, pero si tenían algo que los salvaba era el tenerse el uno al otro y el inmenso amor que no dejan de demostrarse día con día. Sin mencionar todo el apoyo y amor que tienen de la nueva familia que conformaban ahora, la cual no estaba compuesta únicamente por ellos tres, sino que por todos los miembros de la 118 y sus respectivas familias. Después de todo era aquel amor que se tenían y el que les daba la familia que habían elegido, y con la que conviven diariamente, lo que los ayudaba a seguir adelante y ser todo lo felices que era posible.

Lo cual para ellos no era poco, ya que los tres amaban su vida y no creían necesitar nada más para ser felices.
O eso pensaban hasta que luego de que los dos adultos se realizarán sus estudios semestrales obligatorios por orden de las autoridades de la estación, les dieran una maravillosa noticia que no esperaban recibir nunca.

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