Está oscuro cuando Buck parpadea para despertarse. Aún no está seguro de que lo despertó, y su cerebro se divide entre terminar de despejarse o dejarse llevar por el sueño. Lo que no sería tan difícil, teniendo en cuenta que aún está en la cama acostado de lado, acurrucado contra la costa con Eddie y sobre su pecho, con sus piernas entrelazadas debajo de las mantas. Puede oír el suave resoplido de la respiración de su marido mientras duerme, y el tranquilo y constante latir de su corazón bajo su oído, siente su calor, que lo invita a dejarse llevar por el sueño. Entonces la tranquilidad de la habitación se ve interrumpida por una nueva melodía que no proviene de su esposo hace que se ponga inmediatamente en alerta, y el sueño desaparece rápidamente.El monitor sobre la mesita de luz emite ruido y eso le indica lo que está pasando. Se aleja de Eddie lentamente, quien en lugar de despertarse, simplemente gira en la capa para esconder su cara en la almohada de Buck. Se detiene a admirar un par de segundos, Buck cree que se ve hermoso así, tan relajado y vulnerable, su corazón se llena de amor al conocer la confianza que Eddie deposita en él.
Ya fuera de la cama Buck se inclina, le da un beso en el costado de la cabeza, Eddie acaba de terminar un turno largo y no va a despertarlo. lo cubre bien con las mantas y se sale de la habitación cerrando la puerta silenciosamente detrás de él.
Ya en el pasillo comprueba que la puerta de Christopher está cerrada firmemente, el silencio impregna la habitación. Lo que demuestra que todo está bien con su niño, pero no es Christopher a quien va a vigilar.
Gira hacia la derecha y se enfrenta a la puerta de la guardería, que está ligeramente entreabierta, cuando la abre, se encuentra con las tres cunas, cada una con una inicial grabada, cortesía del abuelo Bobby. En la primera con una A se encuentra la pequeña Tina durmiendo tan relajada y pacíficamente que siente un poco de envidia de ella. Es la única en la familia que tiene el sueño tan pesado, junto a Chris y Eddie están de acuerdo que ella duerme por los tres.
En la cuna del centro con una M se encuentra el pequeño Matthew, tomado de las barandas para mantenerse en pie y poder mirar a la última cuna, con su pequeño ceño fruncido, en un claro reflejo de preocupación. Cada día Buck se sorprende más de lo parecido que es Matthew a su amado esposo. En la última cuna, con una O grabada en la cabecera, se encuentra la pequeña Olivia, balbuceando suavemente, con un puchero y sus ojos brillantes mirando en dirección a su hermano.-Tranquilos bebés, papi ya esta aquí - Les dice a sus hijos mientras avanza en la habitación.
Es recién en ese momento que ambos reparan en su presencia.
-Pa... Pa... Pa...- Mattew lo mira y balbucea mientras apunta a la cuna de su hermanita.
La pequeña Live lo mira y sus ojos párese transformarse en corazones mientras extiende sus brazos hacia él y balbucea entre pucheros.
Primero se detiene en la cuna de Matthew.- Hola bebé - Deja un beso en su frente mientras lo recuesta nuevamente - Eres muy valiente ciudadano a tu hermanita, ahora puedes volver a dormir, papi los cuida
Deja un nuevo beso en su frente mientras lo arropa, sabiendo que pronto volverá a dormirse, y se gira a la cuna de Olivia. Quien para este momento a logrado pararse, con sus manitas aferradas de las barras de la cuna y balbucea, completamente despierta a pesar de ser media noche.
- Hola, tú - Le dice, en voz baja y tranquila para no alterarla más ni molestar a sus forros dos bebés- ¿Qué ocurre bebé?- La toma en brazos- Tienes que dejar de despertarme en mitad de la noche. Ya sabes, todos necesitamos dormir, especialmente papá en este momento...
Olivia se hunde en su cuello cuando la acerca a su pecho, su suave cabello rubio le hace cosquillas en la barbilla.
-Ch Chi Chi Chis- Balbucea señalando la puerta.
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Donde el corazón encuentra un hogar
FanfictionBuck y Eddie se aman con locura, de ello no hay duda, su relación se ha hecho cada vez más fuerte con el paso de los años. Todos los que los conocen dicen que estaban destinados a encontrarse y que desde que al fin decidieron dejar de mirar hacia el...