llevando el espacio en tiempos de ambruna

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apítulo 9: Encuentro en el bosque

"Dabao, sigue a tu madre",

preguntó suavemente Xu Miaomiao.

Corrió escaleras abajo rápidamente, sin olvidar levantarse la falda obstructiva y atársela alrededor de la cintura, y rápidamente se arremangó.

Parece realmente desenfrenado.

Du Heng quedó atónito y miró hacia otro lado, sus ojos brillaban con una luz extraña.

Dabao no podía seguir el ritmo, por lo que solo podía esperarlo lentamente.

"Papá, ¿qué vas a hacer?"

Su cabecita estaba llena de dudas. Antes de que Du Heng pudiera hablar, "¡Dabao, ven y ayúdame!"

Xu Miaomiao presionó un par de unos cuatro o cinco kilogramos con ambas manos. La pesada cola del pez se balanceaba y salpicaba agua clara. Había una sonrisa en sus ojos. Ahora no tenía que preocuparse.

"¡Pescado, papá es un pez!",

Dabao estaba tan emocionado que corrió hacia él.

Por lo general, envidiaba a los otros niños de la aldea que podían seguir a sus padres al río para pescar, pero Du Heng estaba ocupado, cazando en las montañas día y noche.

Como resultado, Dabao se hacía a un lado enojado cada vez, sin atreverse a entrar al agua.

"¡Dabao, mamá te preparará sopa de pescado esta noche!",

Estaba muy feliz Xu Miaomiao. En los últimos días, debido a la contaminación ambiental, el agua potable es escasa, y mucho menos hay seres vivos en el agua.

Hacía mucho tiempo que no era tan imprudente como lo es ahora.

"Mamá es tan amable, Dabao ama mucho a mi madre"

Dabao felizmente se quitó los zapatos y se metió en el agua.

Xu Miaomiao le sonrió con orgullo a Du Heng. Mira, Dabao todavía la besó.

Se utilizaron algunas rocas grandes para hacer una pequeña presa temporal para los peces. Cuando Xu Miaomiao estaba a punto de volver al agua, vio a Du Heng todavía de pie en la orilla.

Originalmente quería instarlo a que bajara y lo atrapara rápidamente, pero "Ejem", jadeó Du Heng dos veces.

Xu Miaomiao frunció el ceño, "Olvídalo, quédate en la orilla".

La herida en su cuerpo aún no ha sanado, y si vuelve al agua, teme que su condición empeore.

Al ver la impotencia en los ojos de Xu Miaomiao, Du Heng frunció los labios, tomó una piedra al azar y cuando vio el pez en el banco de arena, se escuchó un suave sonido de "explosión".

El pez giró su vientre blanco y flotó hacia la superficie.

"¡Guau, papá es tan increíble!"

Los ojos de Dabao brillaban y recogió el pez del agua con sus manitas.

Xu Miaomiao miró a Du Heng con calma y luego continuó pescando, siempre sintió que este hombre parecía estar ocultando algo.

Con tan buen trabajo, no hay nada malo en hacer algo.

El agua de manantial en el espacio es adecuada para criar peces. Xu Miaomiao y los dos no estaban preparados y lentamente pusieron algunos alevines en ella, luego recogieron algunos caracoles y los pusieron.

Creo que estos peces y caracoles engordarán dentro de poco.

Después de recordar la deliciosa textura de la carne, Xu Miaomiao no pudo evitar tragar saliva.