llevando el espacio en tiempos de ambruna

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Capítulo 29 No me toques

Aunque Xu Miaomiao no miró a Du Ping, todavía notó la mirada demasiado ardiente de Du Ping.

"Guapo."

Después de que Du Ping soltó sus palabras, se sorprendió al darse cuenta de lo que había dicho.

Sin embargo, cuando miró la cara lateral de Xu Miaomiao, de repente notó algo inusual: "¿Tu cara?"

Cuando vio por primera vez a Xu Miaomiao, había una gran marca de nacimiento azul en el lado derecho de su cara, casi cubriendo la mitad derecha. La frente se extendía hasta la base de las orejas y sus mejillas estaban salpicadas de densas pecas.

Si no hubiera estado bien informado, podría haber pensado que este rostro era el seductor del infierno.

Pero al mirar esta cara ahora, "¿Tu marca de nacimiento parece ser de un color más claro?"

Y las pecas que antes estaban densamente pobladas también son tan claras que son casi invisibles.

Su piel es tan clara como la gelatina, sus cejas son tan oscuras como el negro y sus ojos están llenos de estrellas. Cuando su rostro es inexpresivo, tiene un aura de calma y poder propio que hace que la gente no se atreva a ofender.

El movimiento de la mano de Xu Miaomiao se congeló por un momento, "Estás equivocado"

Su voz era un poco fría, como si hubiera vuelto a su apariencia anterior.

Du Heng frunció el ceño. ¿Era su anterior gentileza una ilusión, o dijo algo incorrecto y tocó un área que no debería haber tocado?

Prefiere lo último.

Parece que también es su secreto.

Du Heng sabiamente no hizo más preguntas.

"Mamá, huele tan bien"

Du Dabao se acercó a Xu Miaomiao, tomó la mano de Xu Miaomiao y miró dentro de la olla.

"Ve y lava las frutas con la hermana Erya"

Xu Miaomiao estaba preocupada de que Du Dabao fuera quemado, así que le asignó un trabajo.

Como si hubiera recibido una orden, Du Dabao se acercó a Li Erya y se sentó a lavar la fruta.

Pronto se difundió la noticia de que Xu Miaomiao dejó las frutas bajas a los aldeanos.

Al escuchar las voces que alababan a Xu Miaomiao por parte del equipo, el jefe de la aldea Li tenía un fuego en su corazón y no podía desahogarlo.

"Tercer tío, tengo una idea."

Un joven de los sobrinos de la familia Li que había estado siguiendo al jefe de la aldea Li se fue.

Cuando esta persona hablaba, sus ojos se movían y se podía ver de un vistazo que estaba conspirando contra alguien.

"¿Zhengwang?", El jefe de la aldea, Li, miró insatisfecho al joven frente a él.

Li Zhengwang, que normalmente solo come, bebe, juega y pelea con grillos, no es del agrado de los perros del pueblo. Si no hubiera sido el único hijo de la familia de su segundo hermano, le habría roto las piernas a Li Zhengwang hace mucho tiempo.

El corazón ya irritable se hartó aún más cuando vio a Li Zhengwang y agitó las manos con impaciencia.

"¿Qué puedes hacer? ¡Ve, ve, no me provoques problemas!"

Li Zhengwang no estaba enojado por ser despreciado. En cambio, dio un paso adelante y tomó el brazo del jefe de la aldea Li, "Tío, aún no es demasiado tarde para Escúchame y háblame".