llevando el espacio en tiempos de ambruna

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Capítulo 24 No se puede llevar al niño.

Du Heng frunció el ceño y no pudo evitar pensar que esta chica era un poco frívola.

Luego sacudió la cabeza imperceptiblemente y una voz en su corazón le dijo que Xu Miaomiao no era ese tipo de persona.

Xu Miaomiao también frunció el ceño ¿Podría esta persona estar tratando de ser vaga?

Así es, sus heridas aún no han sanado.

Vuelve más tarde y tráele una olla de agua de manantial espiritual para aumentar la concentración. De lo contrario, no sería el caso que siempre estaría herido así.

"Olvídalo, no te vayas"

Xu Miaomiao abrazó a Du Dabao y se fue, pero en ese momento escuchó pasos que venían desde atrás.

Sabiendo que Du Heng se estaba poniendo al día, Xu Miaomiao estaba preocupado por la lesión de Du Heng y se detuvo y se quedó allí esperándolo.

Al ver esto, Du Dabao caminó alrededor del hombro de Xu Miaomiao y extendió su mano hacia Du Heng, "Papá, abrazo"

Du Heng dio un paso adelante rápidamente y extendió la mano para atrapar a Dabao.

Pero no esperaba que Xu Miaomiao se alejara un paso de Dabao.

Sostuvo a Dabao con una mano y le dio unas palmaditas en el chaleco con la otra.

"Dabao, sé bueno. La herida de papá aún no ha sanado. Mamá,

por favor dame un abrazo" Du Dabao dijo "Oh" con cierta decepción y rodeó el cuello de Xu Miaomiao con sus brazos.

Du Heng quedó atónito por un momento más, preguntándose si fue su malentendido, pero siempre sintió que la actitud de Xu Miaomiao hacia él parecía haberse suavizado mucho.

En el pasado, cuando no estaba sosteniendo a Dabao o trabajando, Xu Miaomiao lo apuñalaba en los ojos y sus palabras lo apuñalaban.

¡Esta vez no solo se permitió descansar en la cueva para recuperarse, sino que también estaba dispuesta a ayudarlo a sostener a Dabao!

Du Heng estaba desconcertado y al final solo pudo culpar a Xu Miaomiao. Después de golpear a la persona, desahogó su temperamento y ahora estaba de buen humor.

Siguió a Xu Miaomiao en silencio y caminó hacia la montaña.

Sin embargo, cuando Dabao lo vio venir, quiso abrazarlo, lo que aún le hacía sentir que el dolor del niño no era en vano.

Sin embargo, pronto, Du Dabao demostró con sus acciones reales que había pensado demasiado. Du Dabao soltó su mano alrededor del cuello de Xu Miaomiao.

"Madre, Dabao puede ir solo."

"¿Eh?" Xu Miaomiao estaba desconcertado, "¿A Dabao ya no le gusta mamá?"

"¡No!" Du Dabao agitó las manos repetidamente y explicó con cierta vergüenza: "Dabao ha cambiado "Si pesa demasiado, mamá se cansará".

Du Heng dijo "jaja" en su corazón, no podía quedarse con este niño.

¿Su madre estará cansada, pero él, que está herido, no estará cansado?

"Eh-"

Xu Miaomiao miró a Du Heng con una expresión de desconcierto, sin entender por qué comenzó a perder los estribos sin razón aparente.

"¡Faisán! ¡Hay un faisán!",

Gritaron sorprendidos los aldeanos. Xu Miaomiao movió su mano y apareció una daga en su palma.