llevando el espacio en tiempos de ambruna

47

Capítulo 47: No intimides a tu hermana

El joven bebió dos tragos de agua y se despertó débilmente.

Xu Miaomiao les entregó las albóndigas de verduras calientes a los dos hermanos.

"Comamos algo. ¿Dónde están ustedes adultos?

El hermano y la hermana se dieron las gracias y tomaron las bolas de masa. La hermana menor se inclinó junto a su hermano y tomó pequeños bocados de las bolas de masa. Es como si la comida que tienes en la mano fuera la comida más preciosa y deliciosa del mundo.

"¡No hay adultos en nuestra familia!"

El joven sostenía las albóndigas de verduras en sus manos pero no las comió, quería dejárselas a su hermana.

Él es un niño y goza de mejor salud, su hermana es más joven y su cuerpo se verá abrumado si no puede comer durante mucho tiempo.

Xu Miaomiao tomó esta escena en consideración.

En este mundo, no sé cuántas personas con cabello blanco le dan regalos a personas con cabello negro.

No sé cuántos niños han perdido a sus padres y se han quedado sin hogar.

No podía importarle demasiada gente, pero aun así no pudo evitar preguntar: "¿Cuáles son tus planes después de eso?"

Las cejas del joven se arquearon y había una incertidumbre en su voz que incluso él podía detectar.

"Queremos ir al condado de Zi. Escuché que el condado de Zi es mucho más grande que el condado de Yu. El gobierno también acepta refugiados y les da a todos gachas. "

Tan pronto como el joven dijo esto, los aldeanos detrás de él explotaron.

"¿El gobierno también nos da gachas? ¿Es algo tan bueno? ¡Entonces vámonos rápido!" "

Sí, tenemos que ir rápido, ¡no llegues demasiado tarde y las gachas se acabarán!"

"¡Vamos ahora!"

Don No los culpo por estar ansiosos, Li De se escapó y se llevó mucha comida y suministros, les quedaba muy poca comida y estaban a punto de morir de hambre.

Si alguien en el condado de Zi realmente ayuda, para ellos, ¡es una oportunidad de sobrevivir!

Dijeron que se iban a ir, pero todos miraron a Xu Miaomiao y Du Heng al unísono.

"¿Qué piensas?", Xu Miaomiao también estaba interesado.

La ciudad del condado de Huaxian estaba destrozada y nadie sabía cuándo la alcanzaría el ejército, por lo que tuvieron que apresurarse a seguir su camino lo antes posible.

Du Heng reflexionó por un momento y luego dijo: "Descansemos por la noche. Se hace tarde y no hay paz ahora. No hay necesidad de aumentar el riesgo".

Xu Miaomiao asintió levemente. Ella también quiso decir lo mismo.

Los aldeanos que acababan de pensar en partir ahora también abandonaron la idea de partir de inmediato.

Du Heng y Xu Miaomiao son tan hábiles que no caminan de noche, así que será mejor que dejen de ser pretenciosos.

Después de sufrir toda la noche, abrió la puerta del templo y salió temprano a la mañana siguiente. La mayoría de la gente de la ciudad se había ido.

Ahora solo se ven unas pocas personas, pero de vez en cuando puedo ver algunas personas, todas cargando bolsas y caminando a toda prisa, listas para partir.

Mirando la dirección, todos van al condado de Zi.

Xu Miaomiao y Du Heng rápidamente empacaron sus cosas, "¡Vamos también!"