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Capítulo 140 Amenazante

Du Dabao estaba en la casa y vio a Xu Miaomiao saliendo por la ventana, caminando más y más paso a paso, y cuando dobló una esquina, estaba fuera de la vista.

Se dio la vuelta y se bajó del kang.

El tanque de agua del retrete está lleno de agua, que probablemente le alcance para alimentarse durante un mes.

También hay una bolsa de arroz, una bolsa de carne seca, una bolsa de albóndigas de verduras secas y algunas verduras silvestres secas.

Al ver tantas cosas, Du Dabao se sintió un poco distraído.

Sentada en el pequeño banco, comencé a secarme las lágrimas.

La madre dijo que definitivamente regresaría antes de que se terminara la comida.

Pero con tanta comida, debería ser suficiente para comer durante al menos medio año.

Mi madre no tardará ni medio año en volver.

Cuanto más pensaba Du Dabao en ello, más triste se ponía y sus lágrimas caían.

Abrió la bolsa que contenía bolas de masa de verduras y se metió una en la boca.

Tenía que comer rápido y su madre regresaba tan pronto como terminaba de comer.

Pero mientras comía, sus movimientos volvieron a ralentizarse.

Su madre iba a hacer cosas importantes, si terminaba de comer y su madre no había regresado todavía...

su madre estaría preocupada por él, no podía dejar que ella se preocupara.

Metió dos bolas de masa de verduras más en el paquete después de darle varios bocados.

Tuvo que esperar a que regresara su madre.

Xu Miaomiao sabía que Du Dabao debía sentirse incómodo.

Ella se sintió igualmente incómoda.

No es sólo ella.

En el camino, de vez en cuando se encontraba con algunos médicos en la calle que llevaban cajas de medicamentos y caminaban preocupados hacia la oficina gubernamental.

Los hay viejos, jóvenes y algunos, de sólo ocho o nueve años, siguiendo a los adultos, son niños que recién empiezan a estudiar medicina.

Al ver esto, Xu Miaomiao respiró hondo, encontró un rincón desierto y sacó la caja de medicinas que había comprado antes para esconderla de los demás en el espacio Lingquan.

Solo conocí a Zhou Qiliang durante el día. En ese momento, aunque Zhou Qiliang estaba cansado, todavía estaba lleno de energía.

Después de solo dos horas de separación, cuando Zhou Qiliang se volvió a encontrar, todo su cuerpo exudaba un aura de decadencia.

Al ver a los médicos llegar uno tras otro, se obligó a levantarse y se acercó para saludarlos.

No importa cuán respetados sean los médicos, siguen siendo personas comunes y corrientes. Cuando vean a Zhou Qiliang, deberían arrodillarse.

Pero esta vez, antes de que pudieran arrodillarse, Zhou Qiliang los saludó primero.

"El asunto es urgente y tengo que dar este paso. ¡Si ofendo a alguien, espero que me perdonen!"

Algunas personas que originalmente pensaron que Zhou Qiliang era demasiado fuerte no pudieron decir nada a quien culpar en este momento.

Todos sacudieron la cabeza para expresar que estaba bien.

llevando el espacio en tiempos de ambrunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora