DRAVEN BAKERSon las dos de la madrugada, la casa se encuentra en silencio total, he terminado de revisar unos documentos sobre los cuales debía hacer un informe cosa que también he hecho. Decido salir de la habitación para tomar un respiro de tanto tiempo ahí sentado, la casa se encuentra a oscuras pero una pequeña luz se cuela por la puerta de Laura, en es la primera vez que se acuesta tarde haciendo sus diseños oos cuales debe presentar en clase. Me asomo y logro verla dormida sobre el escritorio en una posición no muy buena para su columna, entro sin hacer mucho ruido para poder tomarla entre mis brazos y recortarla sobre la cama, realmente se ve cansada.
Cualquiera diría que no le ha afectado lo sucedido con su madre pero Kian y yo que nos hemos quedado afuera de su puerta en las horas de la madrugada mientras llora o hacer lo posible para que coma y no se vaya a descompensar, sabemos lo que realmente vive ella. No voy a decir que nosotros dos somos muy fan de su madre aunque el sentimiento es mutuo, desde el primer día que nos conoció nos lo hizo saber. La arropo muy bien para después bajarle al aire acondicionado y apagar las luces, salgo con cuidado de despertarla.
— ¿Dormida en el escritorio nuevamente?— al salir lo primero que me recibe es la pregunta de Kian por lo que hago asentimiento de cabeza.
Sigo mi camino hacia la cocina en busca de un trago, realmente lo necesito en estos momentos, tengo unos asuntos que solucionar lo mas pronto posible y uno de esos es sobre el amiguito de Kian, le gusta colmar mi paciencia. Abro la botella y le brindo un trago a Kian pero no me lo recibe así que me lo tomo de un solo sorbo, está molesto.
— ¿Ahora qué sucede?— le pregunto al ver que se encuentra cruzado de brazos mirándome fijamente.
— La pregunta aquí es ¿Qué te sucede a tí? Sé que eres muy conciente de lo que haces, nunca haces algo solo por hacerlo pero seguirle los juegos al otro imbécil que nos cargamos de amigo y explotarle uno de sus autos cuando estaba apunto de subirse en este— no puedo evitar sonreír por lo que Kian suelta un suspiro.
— No puedes decir que fue mala broma además él comenzó y al único que le reclamas es a mi, me parece injusto— dejo el vaso en un lado y me acerco a él.
— No soy injusto, simplemente es él y ya— este tipo de conversación no me gustan para nada.
— Harvey— pronuncio su apellido y agarro su rostro entre mis manos— es mejor que pares de decir estupideces, por favor— lo miro fijamente a los ojos antes de separarme de él.
— No son estupideces, lo único que no quiero es que sus jueguitos vayan afectar a Laura, suficiente tiene con lo de su madre y no te molestes, sé que tú no lo harías pero de él no me confío— exclama de manera molesta mientras me señala.
El silencio sepulcral entre nosotros se hace presente, ambos estamos molestos pero si seguimos así no vamos a terminar de buena manera, suelto un suspiro mientras froto mi cabello con molestia, realmente me disgusta estar en esta situación con él.
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ENTRE LINEAS
Ficción GeneralEstaba apunto de cometer una locura en la cual podría morir en el intento, pero realmente me encontraba enojada, lo que no sabía era que ese iba hacer el verdadero punto de inicio para mi vida, en donde se iba a mostrar la verdadera cara de la moned...