𝟑.

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─°.𓏲⋆ 𝐄𝐅𝐈𝐌𝐄𝐑𝐀𝐒 ‧₊˚⋆ᡣ𐭩
003. 🔮 theodore nott.

Claire, whenever ur there

u just go round in my head

and i feel like you don't even care









˛゚・ε theodore nott ! *:・゚

˛ღ゚・ε theodore nott ! ✧ *:・゚

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"𝐸stá demás decir que genera un enorme rechazo ser la hija del prófugo Sirius Black. ¿Será esa la motivación de la trampa de la ingenua Avery Black? ¿La necesidad de ser aceptada por sus compañeros, intentando ser ella misma quien lleve a Hogwarts a la victoria en el Torneo de los Tres Magos fue lo que la convenció de romper las leyes impuestas por el Ministerio de la Magia?

Aunque existe la posibilidad de que haya sido simplemente un acto desesperado por llamar la atención del apuesto Harry Potter. Su cara se volvió colorada cuando me atreví a preguntarle por él...

Harry Potter..."

Y así seguía la nota. No quise leer más.
Arrugué el periódico de El Profeta y lo lancé con fuerza a la cabeza de un chico de Hufflepuff que se reía en la mesa de enfrente.
Mattheo y Pansy ahogaron una risa que consiguieron contagiarme.— Esa Rita Skeeter es todo un personaje —dijo mi amiga, negando con la cabeza. Una sonrisa perfecta brillaba en su cara. No me molestaba que se rieran sobre la noticia en absoluto, era mejor afrontar esas cosas con humor: en especial cuando te llegan tantas amenazas de muerte de fans locas por Harry Potter.

El almuerzo continuó con normalidad, seguimos haciendo bromas sobre el peculiar gusto en accesorios de Skeeter y las idioteces que ponía sobre mí y Harry y sobre nuestro falso amorío secreto. Ignoramos a Theodore, sentado junto a Mattheo. El castaño se negaba a dejarlo solo, porque casi todos los de nuestra casa eran un poco idiotas y Theo tenía problemas con varios de esos idiotas. La mayoría por chicas.

Seguíamos conversando cuando un chico de Ravenclaw, Anthony Goldstein para ser precisa, se levantó de su mesa, (donde estaba cómodamente sentado y la cual no tenía por qué abandonar) y se acercó a la nuestra. Maldita, maldita suerte. Aunque, era evidente que esta conversación iba a llegar en algún momento.

—Hey... —saludó tímidamente con voz temblorosa y las manos guardadas en los bolsillos de la túnica.— Yo... solo quería saber si...
—¿Mmm?
—Lo de Potter y tú es... quiero decir... ¿es cierto...?
—No, no lo es.
—Ah... eh, bueno. Genial —rió nervioso. Tensé una sonrisa.—, ¿seguimos viéndonos mañana?
—Claro —contesté. Él asintió con una tierna sonrisa y se fue.

𝐄𝐅𝐈𝐌𝐄𝐑𝐀𝐒; hermione grangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora