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The teacher's pet

Al fin, el momento glorioso donde los estudiantes pueden ir a sus casas. La salida.

Pero para Daniel, era la salida del cielo.

-Ugh.. que pereza volver a mi casa..

-¿Pereza? Pff, yo espere siglos para ya irme a mi casa!

-Esque tus padres si pasan en casa, los míos no.

-Oye, pero tú tienes una gran casa, eres el mejor alumno, atractivo ¿Cómo puedes ser infeliz?

-No lo entiendes, ¡Mueve que ya nos cierran!

-Si, si.

Daniel, mientras veía como su amiga se apresuraba guardando sus cosas. Sintió como una mano posaba en su hombro.

Se estremeció, pues el tacto le tomo por sorpresa.

-Daniel.. Mi alumno favorito.-Era su profesor de matemáticas. Tenía unos 36 años, Se portaba "raro" con Daniel.

Es decir, en su hora de clase, hablaba mucho con Daniel, le contaba chistes, e incluso le ah hecho pasar a sentarse con el en su escritorio.

Le hacía sentir incómodo.

-Profesor.. buenas tardes.

El mayor no dijo nada, solo acaricio un poco el cabello del menor. Así poniendo incómodos a Daniel y Lavinia.

-Buenas tardes, también estoy aquí.-Dijo Lavinia.

-Ah, si.. ve un rato afuera. Debo hablar de algo con Daniel.

Lavinia bajo la mirada y salió, el salón estaba completamente solo, no había nadie más que el estudiante y el mayor.

-Daniel, has estado bajando de calificaciones.

-¿De verdad?

-Asi es, ¿pero sabes que puedes hacer para subirlas?

-No..

-Ven, sientate.-Se sento en una mesa, dando palmaditas en su pierna. Indicando que se siente en ellas.

Daniel comenzó a tener miedo, le miro a los ojos.-Es necesario?-salio de su boca.

-No te estoy obligando.

El azabache trago saliva y con miedo se sentó.

-Buen niño..

-Eso quería? ¿Me dejara en paz?

No respondió, solo olía el cuello del menor, haciendo que Daniel se estremeciera.

Y el mayor no era feo, todo lo contrario. Era guapo y las maestras siempre le intentaban sacar conversa.

Pero no era su tipo, además era mayor. Y lo peor es su maestro.

Daniel soltó un jadeo al sentir como una mano apretaba su muslo y la otra su cintura .

Ya se estaba sobrepasando.

-¡Basta!-Se levanto de golpe.

Daniel asustado agarro su mochila, e intento irse. Una mano que agarro su brazo de una forma brusca lo detuvo.

-¿Ah dónde crees que vas? Si estaba a punto de hacerte mío.

-Me está lastimado.. ¡Enfermo de mierda!

Daniel logro darle una patada, haciendolo caer, aprovecho y salió corriendo.

En la puerta se encontró con Lavinia, le jalo del brazo y salió corriendo.

El Militar del Portón 2-ToboaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora