El Militar del Portón 2-Toboa

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No se vive de amor.
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-Si, papá.. ¿Para que?

-Solo ven, y si estás con pijama ponte algo formal, aquí están los papás de Lavinia y Lavinia, baja rápido.

Miro confundido su celular, se puso una ropa decente y bajo rápido las escaleras.

Se pudo encontrar a una Lavinia cabizbaja y con algunas lágrimas derramadas. A su padre de brazos cruzados, y a los padres de Lavinia con cara un poco molesta.

-Hasta que al fin bajas.-Dijo la madre de la rubia.

-Buenas tardes, señora y señor.. ¿En qué les puedo ayudar?

-Daniel, siéntate.-Dijo Álvaro, con una voz enojada.

Asintió y se sentó al lado de su padre.

-Veras, seré claro.-Dijo el padre de Lavinia.-Tu vienes de una familia que tiene dinero, buenas genes.. yo quiero eso en mi familia. Te vas a casar con mi hija apenas cumplan dieciocho años.

Daniel miro a Lavinia desconsertado, esperando otra explicación.

-Que, no, yo no quiero! ¡Es como casarme con mi hermana!

-Lo se, desde pequeños se conocen, pero no puedes rechazar esto. La imagen de mi hija te ayudará en algún momento, ella es guapa, alta, rubia.

-Pero, no quiero!

-Daniel.-Exclamo Álvaro con una voz firme y fuerte-Tu estudiaras política, tu cumplirás el sueño que yo no pude. La imagen de Lavinia te ayudará a ganar votos.

-Papá, conversaste esto con mi madre?

-No, está decisión es mía.

-Ya te dije que no me voy a casar, no quiero ser presidente.. Yo quiero ser doctor.

-Y estudiaras en Harvard.

-Pero yo!- -Fue interrumpido por la madre de Lavinia.

-Daniel, tu futuro ya está decidido. Quieras o no se hará así.

-Gracias, entonces nos vemos en unos dos años.

Miro como su mejor amiga y sus padres salían de su casa.

-Como te atreves a hacerme esto.. no es justo!

-Ya lo hablamos.-Se levanto de la mesa, dirigiéndose a las escaleras.

-No me quiero casar.-Se levanto de la mesa-¡Yo amo a alguien más!

Álvaro se volteo a ver a su hijo.

-¿Y se puede saber a quien amas?

-Yo.. yo amo a una persona, que nunca sabrás quién es.

-Espero y cortes todo con esa persona, en unas semanas le pedirás matrimonio a Lavinia, sigue guardando tu mejor traje.

Daniel se sentó de nuevo, sus lágrimas cayeron. Era la primera vez que su padre le trataba de esa forma.

-Oye, no es para tanto. Lavinia es guapa, tendrías que estar agradecido.

-Pero yo amo a otra persona.. Lavinia es solo mi amiga.

-Te vas a casar y punto, quieras o no.

Álvaro subió las escaleras, dejando a su hijo destrozado.

[...]

La noche era abrumadora, pero debía dormir. Pues al día siguiente tenía clases.

Y lo peor hasta las tres de la tarde, ya que a la rectora se le había ocurrido hacer una convivencia entre todos los bachilleratos.