1

984 53 28
                                    


Playing: September
0:52 ───●━──── 3:35
⇆ㅤ ㅤ◁ㅤ ❚❚ ㅤ▷ ㅤㅤ↻
ılıı|ıılıı|ıılıılı
ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮

La vida de Dog Varon cambió radicalmente al ver aquel anuncio por la televisión donde se vendían robots.
Hace unos segundos pensaba que toda su vida se la pasaría en una eterna soledad... pero al parecer la vida tiene sorpresas.

Desde pequeño le había costado hacer amistades. Siempre que trataba de entablar una nueva conversación con algún nuevo compañero de su escuela, nunca llegaba a nada o simplemente los demás no se mostraban interesados en él. Aquello se repetía siempre hasta que Dog comenzó a darse cuenta de que, tal vez, lo mejor, era dejar de intentarlo y aceptar la eterna soledad que le tocaba vivir.

Los días pasaron, y los años escolares parecían ya acabarse. Y aún no conseguía ni una compañía. Sus únicos amigos se volvieron sus robots de juguetes, que coleccionaba desde una edad temprana. No dejaba que nadie los tocara sin su permiso, y semanalmente les pasaba algún trapo para desempolvarlos.

Al acabar la escuela de secundaria, se mudó a un pequeño apartamento en Lower Manhattan, ubicado en Nueva York.
Desde cachorro deseaba vivir en aquella gran y famosa ciudad. Le encantaban las calles, las tiendas, y, por supuesto, el Central Park. Salir a caminar por aquel gran parque siempre le ayudaba a aislarse de aquellos pensamientos negativos que lo atormentaban cada día.
Vivía... solo de hecho... no tenia con nadie con quien compartir el apartamento.

Consiguió entrar a la universidad a la carrera de Ingeniería Robótica gracias a sus altas notas en matemática y física. Por supuesto, ¿cómo no ser bueno en esos cursos, si su mayor pasión son los robots? Lamentablemente, sus padres no estuvieron del todo de acuerdo con su decisión, pensando que estudiar aquella carrera era una pésima idea. Por lo tanto, el joven Dog Varon se encontraba sin mucha ayuda económica. Decidió trabajar como guardia de seguridad nocturno en Macy's. De esa manera, podría ir a lo largo del día a la universidad y realizar algunas tareas, y en la noche, mientras vigila el local, repasar y estudiar las lecciones que le dictaban en la universidad. Y, asimismo, utilizar su sueldo mensual para pagar un poco su universidad. No obstante, aquello sería un gran sacrificio para él, debido a que por su horario, le costaba hacer nuevas amistades.

Podría decirse que el rumbo de su vida estaba en un buen camino por el momento. En sus tiempos libres podía ir a dar una vuelta al parque, o patinar... tenía su propio apartamento, videojuegos...

Lo triste de todo aquello era que... no tenia a nadie con quien compartirlo.

Y es así, como en el presente, Dog se encontraba comiendo su comida favorita —o al menos lo único que tenía en su refrigerador—, macarrones. Buscaba algún programa que lo entretenga por mientras. Agarró el control remoto con cuidado para que no se le caiga la comida de las manos. Dejó su plato en una pequeña mesa por delante, lentamente se acomodó en el sillón, colocando una almohada en su espalda para que ésta no le duela más por el momento.

Comenzó a buscar algún canal interesante, pero al parecer todo era de lo mismo. Los mismos comerciales, los mismos programas de entretenimiento... nada nuevo. Al no encontrar nada, agarró su tenedor y se metió el primer bocado de su macarrón, masticando lentamente, con una mirada perdida en el televisor. Todo aquello lo había repetido ayer. Y antes de ayer. Y la semana pasada... era su típica rutina.

Soltó un suspiro pesado debido a su aburrimiento. La rutina era la misma, y sentía un gran sentimiento de querer liberarse de aquello.

Escuchó algunas risas cerca, y volteó a un lado, para darse cuenta de que provenían del departamento vecino de al frente. Dos amigas se encontraban en frente a la televisión buscando un programa que ver juntas. Pero eso era lo de menos. Lo importante era que ambas estaban juntas para verlo. Acompañadas...

No quiso seguir viendo la escena y volteó rápidamente para volver a concentrarse en su cena. Empezó a mover lentamente su tenedor alrededor del plato. Miró a su lado izquierdo, donde ahí debería estar sentado alguien para acompañarlo en aquellos momentos.

Siguió cambiando de canales esperando encontrar algo nuevo y entretenido que lo distraiga de aquellos pensamientos negativos, y es entonces donde sus ojos por fin conocieron la esperanza.

"ARE YOU ALONE?"

Robot Dreams | TalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora