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Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, y aunque en un día Miércoles como ese normalmente estaría trabajando como niñero o visitando el refugio, fue atacado por los encantos de Hyunjin y terminó con la promesa de que le ayudaría para la expos...

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Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, y aunque en un día Miércoles como ese normalmente estaría trabajando como niñero o visitando el refugio, fue atacado por los encantos de Hyunjin y terminó con la promesa de que le ayudaría para la exposición de sus prendas. Sí, le cumpliría su capricho de ser su modelo.

Esperaba a fuera de la universidad a que Hyunjin saliera a recogerlo, pues por si solo no podría llegar muy lejos, ya que no concia nada de las instalaciones. Habían mensajeado hace unos segundos, avisando que ya estaba en el lugar acordado, y cuando pensó que probablemente el chico podría tardar más en salir, lo vio pasar por la gran entrada, luciendo tan malditamente bien.

Ya lo había visto así más de una vez, pues constantemente lo acompañaba mientras trabajaba en sus nuevas obras. Vestía una bonita sudadera que él mismo le había regalado, era negra y tenía un gran diseño en tonos blancos, al igual que la combinaba en unos pantalones baggy color crema. Y aunque su traje no era fuera de lo normal, lo que realmente le volvía loco era verlo con lentes para la vista que hacía sus ojos un poco más grandes. Se veía tan lindo.

—Hola, corazón—Lo recibió con un beso, agarrando ligeramente su cintura y mejilla, y aunque le gustaría que durará más, tenía que pararlo por su bien—Vamos, si tardamos más Jeongin me matará.

No sabía quién era Jeongin, pero no dudo en asentir y seguirlo por los pasillos. El lugar era grande y estaba lleno de diseños y fotos de todas las áreas artísticas. También todo el lugar olía a esencias de cereza, dando un toque limpio a todo su recorrido. Subieron algunas escaleras y pasaron por varias salas, pero no pararon en ninguna, no hasta después de varios minutos.

—Es aquí, bienvenido, amor mío— Dejó entrar al pecoso antes que él, dejándolo apreciar todo lo que había a su alrededor. Era un desastre por doquier, se escuchaban las máquinas de cocer trabajar arduamente y veías a jóvenes ir y venir cortando telas y midiéndolas en maniquís y modelos.

Siguió a Hyunjin hasta una mesa casi al fondo de la sala, esta estaba llena de una tela azul marino y negro, al igual que había hilos y agujas regados por todas partes.

—Jeongin, te presento a Felix, ya te he hablado de él. Ahora será nuestro modelo—Mostró a Felix con una sonrisa, presumiendo a su pareja no pareja con la frente en alto ante un chico que cosía las costuras de un saco con determinación.

—Un gusto, Felix. Eso de que me ha contado mucho de ti es cierto—Miró su cuerpo de arriba abajo examinando todo. Al parecer era una costumbre—¿Sabes? Es bueno conocerte al fin. Cuando Hyunjin me dijo de hacer un traje en específico para nuestro examen se me hizo raro, ya que normalmente agarramos nuestras medidas y usamos maniquís de referencia. Pero veo el porque fue insistente por tener esta vez un modelo.

Se escuchaba coqueto, mirándolo con una sonrisa, y supo que no era solo su imaginación cuando Hyunjin puso una mano en su cintura, agregándolo más hacia su cuerpo.

Un nuevo lindo pensamiento [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora