Un nuevo lindo pensamiento [Hyunlix]

Epílogo

El mes había comenzado triste, pues si bien cumple un año conociendo a Felix, también se cumple uno de la muerte de su abuela. Nunca acostumbró a conmemorar las partidas de sus familiares, pues su difunta abuela le hacía llevar flores en sus cumpleaños o celebraciones, más nunca lo dejo hacerlo en los aniversarios, pero el creía que era tiempo de darle un buena despedida.

Durante todos esos meses, sinceramente evitó el ir al cementerio a llevarle flores, no quería que los recuerdos regresaran a su mente, pero había llegado el momento de dejar de ser cobarde y decir un buen “adiós”.

Felix estaba en el sillón frete suyo, llevaba rato escribiendo en su computadora un ensayo que tenía que entregar en un par de días. Ha estado esperando el momento indicado para pedirle que le acompañe al cementerio, aunque extrañamente se la hecho muy difícil, no porque se podría negar, más bien era el que él no estaba muy seguro de querer ir o arrepentirse al último momento.

Tomando fuerzas, respiró hondo y desde el fondo de su garganta, lo llamó—Corazón—Su tono era dudosos, pero no hubo vuelta atrás una vez que su mirada subió hacia la suya dándole toda su atención—Ah…bueno, como sabes, o por lo menos tienes una perspectiva de ello, mi abuela murió por estas fechas…—Recibió un asentimiento lento. Se veía claro que no entendía a donde iba aquella conversación, ¿por qué salía tan de la nada?—Quería…no, quiero pedirte que me acompañes a llevarle flores al cementerio. No te lo pediría si me sintiera lo suficientemente valiente para ir solo. ¿Irías conmigo?

Sin pensarlo dos veces, el pecoso acepto. Nunca rechazaría el asistir a algo que Hyunjin le pedía con tantas fuerzas, pues se veía a leguas el trabajo que le costaba pedir aquello. Simplemente no podía decir no.

Un Domingo por la mañana, cuando los rayos de sol todavía eran tenues y no calentaban demasiado, estacionaron justo en frente del panteón. Felix llevaba cuatro ramos de flores diferentes en sus brazos y el papel con el que las envolvía era justo el favorito de cada familiar, y aunque Hyunjin le dijo varias veces que no tenía porque tomarse esa molestia, sus padres le habían enseñado que cuando conociera a sus suegros debía dar una buena impresión con detalles y educación. Era justo lo que estaba haciendo.

Caminaron entre varias tumbas, viendo como unas estaban en perfecto estado, otras se veían borrosos los nombres tallados en el concreto por los años pasados, y unas simplemente estaba casi destrozadas. Uno detrás del otro seguían el sendero rocoso, Hyunjin guiaba el camino a donde se encontraba la pequeña “casita” con todos los cajones de sus difuntos familiares. El ambiente en el lugar en general era escalofriante y el olor de las flores de Cempasúchil y la cera de vela eran penetrantes, pero extrañamente llegar a aquel lugar no era así. Había un poco de tierra y hojas secas en el piso de mármol, cosas que rápidamente Hyunjin recogió con una escoba que ya estaba ahí; no había velas, mucho menos flores marchitas. Solo eran las lápidas sin más.

—Hola, tiempo sin visitarlos—Dijo una vez que terminó con su labor y al fin estaba enfrente de ellos. Al principio le parecía ridículo hablarle así a gente que prácticamente no le contestaría, pero ahora lo veía como desahogo, una forma de solo expresarse—El es Felix, mi pareja, les a traído algo—Atrajo al chico directo a su cuerpo, dejándolo solo un paso delante de él.

Con respeto, saludo con un simple “Buenos días” y a pasos lentos dejó las flores correspondientes en frente de cada tumba.

—Sé que ya tiene tiempo que no he venido, y la verdad, es que no sé cuánto tiempo tarde en volver a venir después de esto—Nunca se sintió tan ridículo como en ese momento, ¿Felix pensaría que está loco por hablarle a nada?—¿Saben? Me hicieron mucha falta, la casa se llegó a sentir muy sola por un tiempo, y era raro despertar o comer y ser solo yo—No tenía ganas de llorar, esas se habían secado hace ya mucho tiempo, pues su muerte ya no le causaba tristeza, solo nostalgia—Pero conocí a alguien, y extrañamente poco a poco puedo sentir ya no estar solo—Sonrió, entrelazado sus manos y dedos con los del pecoso—Me hubiera encantado que se hubieran conocido en vida, que pudieran ver la excelente persona que es y lo mal que me tiene. No sé que como hubieran reaccionado a que es hombre—soltó una pequeña carcajada y siguió—, pero estoy seguro que lo terminarían amando.

—Criaron a un gran hombre—Soltó Felix e hizo que Hyunjin se sorprendiera, pues pensó que no diría nada en todo el viaje—Enseñaron a alguien a amar sin parar, y a recordarlos con cariño por sus buenos tratos. Les agradezco que me dieran la oportunidad de conocerlo tal cual es, porque también una de las cosas que me enamoró de él es su amor hacia los demás, que estoy seguro que lo aprendió de ustedes—Sus manos entrelazadas se apretaron más, y un pequeño beso fue depositado en esos ojos que ya habían soltado lágrimas de felicidad y cariño—Gracias por cuidarlo todo el tiempo, ahora me toca a mi hacerlo bien.

—Felix, te amo mucho—Los ojos contrarios se veían bonitos, sus manos se sentían bien, y no creen necesitar algo más después de esto. Hyunjin amaba todo de Felix. Ama el hecho de que había ocasiones que no existía quien lo callara. Ama que cuidara tanto de los niños. Ama que siempre se preocupaba por como estaba. Ama sus pecas, sus ojos, sus manos, todo su cuerpo. Ama hasta el más pequeño pelito que tuviera.

—También te amo, y en muchas cantidades—Felix amaba todo de Hyunjin. Ama su pasión por el arte. Ama las muecas que hace cuando está concentrado. Ama cuando lo acaricia y lo hace sentir amado. Ama sus besos. Ama sus manos. Ama que sea tan cariñoso y consentidor.  Ama que siempre se preocupaba por él. Ama hasta los días que no se quiere ni parar de la cama.

Está más que claro los sentimientos que desprenden por el otro, y aunque puede que no sea eterno, ellos lo ven como algo que podría durar hasta toda la vida. No dudan en apoyarse, en amarse y abrazarse. Saben que las parejas se ayudan, se hacen crecer juntos y salen adelante con los dos al lado del otro.

Miraba al cielo buscando explicaciones que alguien le pudiera dar, ¿qué había hecho para merecer a alguien como Felix? Debió ser un santo en su otra vida, porque parece que el destino después de tanto tiempo le jugó a su favor. Está agradecido de tener un momento de paz, de saber que tiene nuevamente a alguien en casa que lo espera, que lo acompaña en sus comidas, que se queda con el sin importar la hora que sea para que no se sienta solo. Felix es aquel rayito de sol que su vida necesitaba. No podía pedir más.

Cortito porque ya es el final. Solo falta el extra y agradecimientos 🫶🏻.

Cualquiera falta de ortografía no duden en decirlo.

Jixia 💌🐣