【Felix solo era el pequeño rayito de luz que necesitaba Hyunjin en su vida.
Las perspectivas de la vida cambian constantemente, al igual que la vida misma. Y cada quien puede demostrar como vivirla.】
☆Hyunjin x Felix
☆Soft y smut
Inicio: 14/02/202...
Advertencia de smut, se pueden saltar esta parte si es que no les gusta este tipo de contenido. Hay algunas cosas importantes en el transcurso de este, pero lo que realmente importa vendrádespuésde que yo ponga "🐥". Sin más que decir, que disfruten el capitulo.
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Los ojos de Hyunjin lo miraban con tanta determinación, tratando de encontrar cualquier toque de duda o nerviosismo, pero el cuerpo entero de Felix se veía seguro.
Fue directo a sus labios, uniéndolos sin más, comenzando a probar toda la exquisitez que eran. El bálsamo que el mismo había puesto horas atrás hacía que el beso se sintiera más sucio, pero que en su contrario supiera más dulce. Fue tan buena elección. Jugaba con ellos a su antojo, sintiendo como también jugaban con los suyos. Ambos se deseaban tanto que esta situación solo era un descanso para sus pesados pensamientos.
Hyunjin pasó su mano delicadamente sobre todo su pecho, delineando cada detalle con las yemas de sus dedos. Llegó hasta él extremo inferior de su camisa, metiéndola lentamente hasta tocar su piel caliente, sintiendo ese escalofrío que había tenido todo el cuerpo bajo su mano. Subió nuevamente, dándose cuenta a la perfección de todos los músculos definidos que tenía. Lo estaba volviendo loco. Llegó a su pecho, tocando este por todos lados, pero cuando dio con aquella parte suave pero ahora dura, la apretó con malicia, recibiendo gustosamente en gemido que llegó a su boca. Ya no aguantaría más.
Sacó su mano y lo cargó entre sus brazos, llevándolos a ambos a la cama que ya los esperaba con ansias. Su cabeza daba vueltas, creía que era un seño que nunca había logrado tocar y oír a Felix de esa manera. Pero no, esto era real, y le fascinaba.
Empezó besando su frente, bajando de a poco a sus mejillas, dando besos humedos que solo mostraban lo deseoso que estaba por comérselo. Terminó en su oreja susurrando—Te deseo tanto…—mientras mordía ligeramente esa zona, bajando débilmente su lengua hasta su mandíbula y garganta, succionado, haciendo sus labios tronar al separarlos de su piel. Sus besos y caricias siguieron su recorrido, jugando con su paciencia por encima de la ropa, sintiendo en todo su ser cada escalofrío y gemido como si fueran propios. Subió su camisa con ambas manos, dejando un beso cerca de su pelvis, quitándole aquélla prenda que solo estorbaba para seguir con su trabajo, y cuando notó algo peculiar en sus brazos, sintió todo su cuerpo enfriarse—¿Quién te hizo estos rasguños?—pasó las yemas de sus dedos por sus brazos, trazando cada pequeña herida que ya tenía sangre seca, eran marcas de uñas y se veían dolorosas.
—¿Qué son esas preguntas ahora? Sigue con lo que estábamos, de verdad te necesito—Sus suplicas eran más lastimeras que cualquier sollozo de tristeza, pero antes de hacer todo lo que tenía planeado, tendría que averiguar que le había pasado.
—Felix, ¿qué te ocurrió en las manos?, ¿te lastimé más al tratarte como lo hice?—Sus ojos no dejaban de recorrer su piel, al igual que sus dedos que no dejaban de delinear cada rasguño que había dañado su delicada piel. Su voz demandante reflejaba su preocupación. Y Felix pudo entender la situación en la que estaba.