Extra

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5 Años después…



Concentrado, pasaba las telas por su maquina de cocer, la recorría una y otra vez hasta tener toda la línea que quería bien unida. Sus lentes se bajaban ligeramente y su espalda estaba adolorida de estar todo el tiempo inclinada. Su concentración era profunda, no había motivo por el cual moverse de ese lugar, y estaba seguro de que ese mismo día acabaría su trabajo. O eso creía hasta que un gran portazo de la puerta de entrada lo sacó de su pequeña burbuja. Probablemente tendría que seguir con esto mañana.

Con un suspiro alegre se levantó de su lugar, y estirándose hasta escuchar su espalda crujir salió de la habitación. Todas las luces ya estaban encendidas, y en la cocina se escuchaba ligeramente como algunos vasos de cristal se movían. Sí, definitivamente había llegado Felix.

—Hola, amor mío, ¿no habrá besó de bienvenida?—Preguntó Hyunjin asustándolo ligeramente, pues no estaba en sus planes ser descubierto tan rápido. Quería llevarle helado que compró de ida a su hogar, pero la sorpresa está arruinada.

—Para ti siempre lo habrá—Con una gran sonrisa caminó hasta él, colocando sus pies en punta y sus brazos entre su cuello. Sus bocas se juntaron tan malditamente bien, y rápidamente un sabor a gloss de fresa artificial llegó hasta sus papilas gustativas, por lo que no pudo evitar alejarse lambiendo sus labios.

—¿A que se debe ese lindo labial que tienes puesto?—Acarició su mejilla, llevando al mismo tiempo un par se cabellos que tenía sueltos de su coleta ya despeinada.

—Unas de las niñas decidieron jugar conmigo a las princesas, ¿y sabes que me dijeron? Que una princesa no podía tener sus labios partidos—Puchereo ligeramente y no pudo evitar volver a comérselo a besos.

—Para mi tus labios están bastante bien, así que, agarra ese helado que trajiste y vayamos a la sala para que me cuentes como fue tu día, princesa—Dijo lo último con un poco de gracia palmeando su trasero de forma cariñosa guiándolo ligeramente al sillón.

Los relatos de las ocurrencias y travesuras que hacían sus estudiantes le sacaban muchas carcajadas, pues eran tan chiquitos que no creía que hicieran tantas cosas en un solo día.

Felix había obtenido un buen trabajo en un preescolar donde se encargaba de los pequeños de 2do grado, todos los días se encontraba con nuevas expediciones y anécdotas que sus pequeñas personitas chismosas le traían.

—Una niña comenzó a contarme como sus dos papis se comenzaron a pelear porque no sabían peinarla. Son padres primerizos y siempre la dejan con sus dos colitas chuecas, y bueno, ya se me hizo costumbre ser yo el que le arregle su cabellito al llegar. Inclusive uno de ellos se acercó a la hora de la salida y me pidió clases para enseñarle a peinar—Después de tantos años, claramente no se le había quitado lo parlanchín—Me dijo que si no tenia hijas con las cual aprendí, y cuando le comenté que no era así, me dijo que sería un gran padre… ¿tu crees que lo sería?

Ese era un tema realmente delicado para los dos, porque no sabían si estarían listos para cuidar a un pequeño, una cosa era que Felix los educara en la escuela, y una muy diferente era tener uno en casa. Sus tiempos serían limitados, y había cosas frágiles y pequeñas que un niño juguetón podría dañar. No saben cuantos cambios podrían hacer con un bebé, pero, ¿y si ambos estaban bien con esos cambios?

—Yo creo que serías el mejor padre del mundo—Atrajo su cuerpo a un fuerte abrazo, besando toda su carita repetidas veces. De verdad que lo ama mucho.

—¿Alguna vez has pensado en que podríamos tener un bebé nosotros dos?—Preguntó muy bajito, casi nulo—Imagina un pequeño con ambos apellidos, que nos diga papis y que se la pase jugando con nosotros—Sus mentes navegaban entre todos los preciosos escenarios de ellos con una pequeña o pequeño. Sería muy bonito—A veces imagino que tenemos a un hijo de algunos seis años que vaya aprendiendo a leer, a escribir bien, que ya pueda hablar y jugar más con nosotros. Otras veces pienso en un bebé que necesita aprender a decir “papá” y que suelta carcajadas fácilmente y pueda sostener en mis brazos.

Un nuevo lindo pensamiento [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora