Hidden Interlude: In his shoes

511 115 88
                                    

—Le agradezco mucho que accediera a ayudarnos, profesor Park.

El hombre rubio esbozó una sonrisa cálida, dirigiendo toda su atención hacia el joven que divisaba a través del cristal del aula. El chico parecía absorto en sus propios pensamientos, apenas percatándose de la presencia de los profesores al otro lado del cristal.

—¿Cómo dices que se llama?

—Yoongi. Min Yoongi.

"Min Yoongi" murmuró para sí mismo, dejando que el nombre se deslizara por su mente. Jimin recordaba haber visto al chico alguna vez en el instituto y, según los comentarios de sus colegas de trabajo, Min era un joven solitario que detestaba la compañía. Aunque, paradójicamente, no era descortés con nadie.

—Recuérdame por qué me has solicitado que viniera.

La profesora suspiró, acomodando sus gafas.

—Algo parece estar mal con el chico. Según palabras del profesor Kim, el joven Min fue visto con algunos moretones en el brazo.

Jimin abrió los ojos desmesuradamente.

—¿Y por qué no han llamado a los servicios correspondientes?

—Es... algo complicado. Exactamente no podemos hacer nada si el joven Min no habla, el director quiere que tengamos pruebas contundentes —la mujer apretó los labios—. Si solamente decimos nuestras sospechas, nos ignorará.

Jimin suspiró con decepción. Vaya director.

—Queremos que hables con él —agregó la profesora—. Tal vez si tú te ganas su... confianza, el joven Min quiera hablar sobre si realmente está sufriendo de abuso en casa.

—¿Por qué tengo que ser exactamente yo? —preguntó con genuina curiosidad, enarcando una ceja.

La profesora sonrió.

—Porque no existe un profesor más cálido que tú. Será pan comido para ti.

—Siempre tienes una respuesta para todo, ¿verdad Ryujin?

—En efecto.

[...]

Cuando Jimin decidió ingresar al aula, casi maldijo al escuchar el estridente chirrido que provenía de la puerta. Sin embargo, el joven Min ni siquiera alzó la mirada de la superficie plana de su pupitre, tampoco lo hizo cuando Jimin se sentó frente a él.

Fueron los segundos más tensos e incómodos de toda su vida. Jimin no podía recordar la última vez que se sintió tan perdido al querer saludar a alguien, ni siquiera a otro estudiante.

Quizá se debía a que esta situación era distinta; el chico frente a él no era un estudiante cualquiera. Jimin percibía en él la posibilidad de ser una víctima de abuso, alguien que tal vez necesitaba ayuda, y por más que quisiera brindársela, no sabía cómo acercársele sin causar intimidación.

—Prácticamente puedo escucharle pensar.

Jimin pestañeó, ¿acaso había dicho algo?

—¿Cómo dices?

—Puedo escucharle pensar —repitió, sin levantar la mirada del pupitre—. Por su mente ahora mismo está cruzando la idea de: "oh Dios mío, ¿cómo puedo hacer que hable?"; además, sus ojos están bañados en lástima. Detesto eso.

Behind his mask [Yoonmin, +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora