Behind his mask [Yoonmin, +18]

Capítulo 50

Para Jimin, era como si el tiempo se hubiera detenido.

Una brisa fresca le acarició el rostro, haciendo que su cabello se balanceara suavemente con ella. Jae continuaba observándolo con esos ojos crueles, burlándose de él en silencio.

Sin embargo, Jimin no sentía nada.

—Mientes —exclamó el menor—. No sabes lo que dices.

—Supongo que es normal que quieras convencerte de ello, pero la realidad es otra —dijo Jae, ladeando la cabeza con una sonrisa irónica—. No te preocupes, ricitos. Tengo todo el tiempo del mundo para contarte, con detalle, cómo ese hombre se puso en contacto conmigo para llevar a cabo su maquiavélico plan.

»Todo comenzó ese día en el que, durante nuestra última pelea, te arrojé por las escaleras. Cuando Min evitó que te estrellaras contra el suelo, noté algo... peculiar en él. Cualquiera que hubiera presenciado la escena habría pensado que fue solo un momento conmovedor, un acto heroico perpetrado por un profesor. Pero yo vi más allá de eso.

« —En un momento lo atenderá el director, joven Choi —exclamó el profesor Min, con tono serio—. Parece que están teniendo problemas para contactar a sus padres.

—Dígale que no pierda su tiempo —bufó el pelirrojo—. Están en el extranjero por trabajo. Dudo que siquiera recuerden que tienen un hijo.

Min frunció el ceño, pero asintió en silencio. Tras unos segundos, giró sobre sus talones para ingresar nuevamente en la oficina de su superior.

—¿Cómo está Jimin? —preguntó Jae, haciendo que el mayor se detuviera en seco.

—Está... vivo. Aunque eso le moleste.

Jae se burló.

—Supongo que eso se lo debemos a usted, profesor —exclamó con una sonrisa irónica—. Una vez más se demuestra por qué es tan amado en este instituto mediocre.

Min entrecerró los ojos.

—¿Por qué odia tanto a Park, joven Choi?

—Usted está aquí solo para impartir clases, profesor Min. Lo que yo sienta no es de su incumbencia —respondió el menor con desinterés—. Aunque... podría contárselo. Si accede a responderme algo a cambio.

—No veo qué podría interesarle de mí, joven Choi.

Jae tarareó, luego giró su cabeza hacia el mayor.

—Al contrario. Tengo muchas preguntas para usted, profesor. »

—Después de eso, tuvimos una breve conversación sobre ti, Jimin... he de confesar que fue complicado llegar al punto que quería debido a la cautela con la que Min respondía. Él es un bastardo muy astuto, ¿sabes?

—No entiendo qué tratas de decir...

Jae se inclinó, acercando su rostro al de Jimin hasta quedar a apenas unos cuantos centímetros de distancia.

—Para mí fue jodidamente obvio que tu "querido" profesor tenía un interés por ti, y no precisamente de forma apropiada. Deberías haber escuchado la manera en la que hablaba sobre ti —rió con desdén.

« —Se nota que le importa mucho Jimin.

—Lo hace, igual que lo haría cualquier otro estudiante. Como usted.

Jae soltó una risa burlona y negó con la cabeza.

—Ambos sabemos que eso no es verdad —respondió el menor, alzando las cejas—. Lo que siente por él es enfermizo.