Behind his mask [Yoonmin, +18]

Capítulo 17

—Déjame ver si entendí...

Mientras Taehyung preparaba algo en la cocina, Jimin se encontraba sentado en la barra, absorto en sus pensamientos. De repente, el rubio se sorprendió al sentir la cálida mano de Taehyung sobre su hombro, el castaño estaba entregándole una taza humeante de café recién hecho.

—Gracias... —murmuró Jimin mientras aceptaba la bebida.

—A ver si entendí —repitió, sentándose frente a su amigo con el ceño levemente fruncido—. Vienes a mi casa un sábado a las diez de la mañana, sin avisar, con un golpe en la cara ¿y me pides que no le tome importancia? No, esta vez no te salvarás Jimin.

El aludido hizo una mueca. A pesar de saber que visitar a su mejor amigo significaba tener que enfrentarse a un exhaustivo interrogatorio apenas Taehyung se percatara del golpe en su mejilla, Jimin realmente no tenía más opción que ir ahí, pues realmente no había otro lugar al cual quisiera ir.

Después de todo, aún no se sentía seguro para volver a su "hogar".

No todavía.

—Tienes tres minutos para explicarme qué sucedió antes de que explote y le llame a la policía —advirtió, aunque Jimin en el fondo sabía que era una amenaza vacía, Taehyung realmente no se atrevería a hacerlo—. Me preocupas, Minnie, has estado actuando un poco extraño últimamente ¿y ahora estás golpeado?

A pesar de sentir la mirada penetrante de su amigo sobre él, Jimin no pudo devolvérsela.

Rebobinemos un poco, ¿cómo llegó Jimin a esta incómoda situación?

Hace apenas una hora, se encontraba en el departamento de Min, atrapado en el colchón mientras su cuerpo era apasionadamente devorado por el mayor. Recordaba con claridad el roce de sus manos acariciando la espalda de Min, deleitándose en el contacto íntimo entre ambos.

Después de eso...

Su mente parecía estar inundada de recuerdos confusos y fragmentados: palabras incoherentes y acciones extrañas.

Recuerda la voz de Min susurrando en su oído:

«Eres tan hermoso, Park, realmente... provocas algo en mí.»

«¿E-eso es algo bueno?»

«Depende qué significado le asignes a esa palabra.»

En ese instante, la atmósfera en la habitación cambió por completo. Min levantó una de sus piernas, colocándola por encima de su hombro de una manera que lo hizo sentir incómodamente consciente de la posición sugestiva en la que se encontraban.

Su rostro se encendió con un intenso rubor mientras trataba de mantener la compostura frente a la mirada ardiente del mayor.

La voz de Min sonaba intensa, casi salvaje, cuando habló de nuevo:

«Provocas un sentimiento tan agresivo en mí, realmente debiste detener esto mientras podías.»

A pesar de que aquella declaración lo tomó por sorpresa, Jimin no pudo evitar sentir un estremecimiento de excitación ante sus palabras.

Y justo cuando Min parecía estar a punto de llevar las cosas a otro nivel, un sonido de celular interrumpió la acción. El momento de tensión se rompió abruptamente mientras el profesor se alejaba para atender la llamada.

Después de eso, todo escaló de mal en peor.

Jimin se vistió rápidamente, sintiéndose extrañamente vacío después de haber sido curado (nuevamente) por Min. Aunque el mayor le prometió llevarlo a casa o a cualquier lugar que quisiera, actuó como si nada de lo anterior hubiera pasado entre ellos, lo que alimentó en Jimin un sentimiento incómodo combinado con algo más... había una sensación de vacío y al mismo tiempo de anhelo en su interior, una especie de deseo sin nombre que no podía definir claramente.