Evangeline Rosier, como un ángel, tal como su nombre.
¿Como alguien así puede volverse la debilidad de los chicos más agresivos de Hogwarts?
Fácil, son mejores amigos desde que nacieron y se enamoraron de ella apenas tuvieron uso de razón.
"Take a p...
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Tuvieron que pasar semanas para que Eva pudiera pasar una sola noche durmiendo bien, podían ser las tres de la mañana pero Hécate la levantaba para evitar las mayores estupideces que se le podían pasar por la cabeza.
Un niño de primer año iba a caer del barandal de la escalera y romperse la muñeca, Eva tenía que hacerse cargo.
Los gemelos Weasley iban a quemar a una chica con sus fuegos artificiales, Eva tenía que correr de su habitación a la sala común de Gryffindor a las siete de la mañana a hacerse cargo.
¿Porque lo hacía?
Ni ella misma sabía la respuesta.
Sentía que si no le hacía caso a la voz en su cabeza cosas malas pasarían, sentía que Hogwarts explotaría o ella misma lo haría.
Tal vez se volvería loca o Hécate la haría fea.
No, eso no podía pasar.
Hola gemelos-y esa era otra de sus mil cargas, si , adoraba gustarle a todos los chicos pero ¿no podían dejarla sola cinco minutos?
Hermosa Evangeline, ¿como estas hoy?-sonrió levemente al escucharlos hablar al unísono. Sus problemas no podían hacerla dejar de ser perfecta.
Por su cabeza pasó el pensamiento de decirle a los gemelos como se sentía de verdad y hasta estaba apunto de hacerlo pero Fred habló.
Eso no es pregunta, eres Eva...-lo miro sin entender pero George termino la frase.
¿Como podrías estar triste?-bajo levemente la cabeza pero les sonrió y río sin gracia aunque ellos ni lo notaron.
Si, ¿como podría estarlo? Tengo todo lo que quiero ¿cierto?-ambos pelirrojos asintieron con obviedad y diversión-en fin, ¿que necesitan?
Darte esto-los gemelos le entregaron un pequeño ramo con rosas y girasoles.
Oh, cuanto odiaba las rosas y los girasoles.
Pero eso ellos no lo sabían, no podía culparlos.
Si lo sabían pero ellos se habían molestado más en mirar su rostro cuando les hablaba de sus cosas que en de verdad escucharla.
Pero no se quejaba.
Era costumbre.
Evangeline sentía que su personalidad había muerto, la Evangeline que era meses atrás les hubiera dicho directamente que las odiaba y que ellos deberían saberlo. De hecho eso iba a hacer pero...
