Kitsungi

•5

—Asi que a la primera y renuncias— Katsuki miro a Denki con sorna

La agencia de la clase A anteriormente era de All might, este se la heredó a Izuku así que para disgusto de Katsuki, la directora era Momo que se ofreció pero del que más peso tenían sus desiciones era de Izuku.

—Me cansé de todo es eso—sonrio con pena el rubio

—Que inútil, y así alegabas que eras un buen héroe?— se mofo el cenizo.

—Denki sabias que esté trabajo es duro— comento Hanta sentado en uno de los sofá de la oficina del cenizo.

—No es por eso, ustedes no entienden— se quejo Denki sintiendo un nudo en la garganta.

—Tienes razón, ninguno aquí entiende— hablo Katsuki — todos aquí sabemos lo que implica nuestro trabajo.

Denki bajo la cabeza y asintió, salió de la oficina sin decir más, suspiro, trataba de fingir qué las palabras de sus amigos no le dolieron.

—No deberías decirle amigos a quienes no merecen ese titulo— Shinso iba pasando por el frente de la oficina cuando Denki salió.

—Pero son mis amigos— susurro Denki.

—Un amigo no desprecia de esa forma rayito— le recordó Shinso con suavidad— los amigos te apoyan mucho más ahí donde tus inseguridades te hacen sentir débil.

—Y su grupo es así? No se han dicho sus verdades?— comento un poco a la defensiva

—Ven acompáñame estoy buscando a Izuku y creo saber dónde esta— le señalo el ascensor y Denki con dudas lo siguió

Lo llevo directo a los pisos del sotano donde estaban los laboratorios de pruebas del equipo de soporte técnico, las celdas para villanos y las zonas de entrenamiento

Siguió al malva por el pasillo del segundo piso del sótano, las paredes de cristal de las zonas de entrenamiento dejaban ver a algunos heroes como Eijiro que entrenaba con Shoji

—Eres un idiota— escucho que la voz de izuku— en serio Iida diciéndole esas cosas a Denki con ese tono!?

—Perdon estaba molesto— se quejo el peliazul mientras devolvía un golpe a Izuku, ambos llevaban chandal negro, Iida una camiseta de tirantes, ambos descalzos y con vendas en sus pies y manos.

Los golpes iban y venían de forma cruda, parecía que realmente estaban peleando, aquello lo hizo sentir mal.

—Estan peleando por mi culpa?— pregunto bajito con un nudo en su garganta

—Que? No, solo escucha—le dijo Shinso.

—Recuerda que las palabras puedes herir Iida, para enseñar debes hablar no juzgar— le reprendió Izuku

Iida siguió defendiendo y atacando en silencio hasta que al fin se detuvo, el golpe de Izuku iba directo a su rostro pero el peliverde que había estado atento a su amigo freno el golpe a tiempo

—Tienes razon— comento Iida— no debo hacer eso, se que en batalla uno reacciona y yo también he perdido mi objetivo cuando se trata de mis amigos— acepto el peliazul

—Tengo un par de recuerdos que incluyen a cierto villano— comento Izuku con un poco de diversión haciendo reír al peliazul.

—No se de que hablas, ese no fui yo— bromeó Iida antes de acercarse a Izuku— le pediré una disculpa a Denki, tienes razón, no puedo ir por ahí lastimando a los demás para marcar los errores.

Shinso se giro a ver al rubio y palmeó su espalda.

—Los amigos se dicen la verdad en la cara pero no con la intención de lastimar Denki, lo hacen con el fin de mejorar, de mostrar un error, buscar una solución, no como lo hacen tus amigos que solo cuando necesitan algo de ti te buscan— le dijo el malva .

Los ojos del rubio estaban fijos en Izuku e Iida, sabía que esos cristales eran transparentes de afuera a adentro más no de adentro a afuera.

—No entiendo a los chicos— comento— debo irme, le entregaré a Yaomomo los papeles.

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Izuku salía de las duchas cuando encontró a Denki el rubio lo miro antes de acercarse a paso lento.

—Entregue los papeles a Yaomomo y venía a vaciar mi casillero y mi oficina— le dijo con la voz entrecortada.

—Realmente estás seguro Denki?— pregunto Izuku

—No— respondió al momento— pero quiero saber quién soy, quiero encontrar la parte de Denki que perdí en algún momento de este camino.

Izuku se acercó a Denki y suspiro, lo atrajo a él en un movimiento y Denki sin duda se aferró al peliverde, aquel gesto termino de romperlo y dejo que el llanto aflorara.

—No quiero renunciar a mi sueño Izuku— gimoteo mientras las lágrimas de un llanto crudo y doloroso bañaban su rostro.

—No lo hagas Denki— pidió Izuku pero el rubio nego

—Si me quedo aquí seguiré rompiéndome hasta que no exista nada de mi— aseguro Denki.

Izuku lo apretó aún más a él y se mantuvo en silencio dejando que Denki llorará lo que tenía que llorar, aflojó su agarre cuando Denki se separó un poquito, se miraron a los ojos lo que parecía una eternidad

Izuku se inclinó con suavidad y beso a Denki, el rubio necesitaba sentir un poco de amor que no dudo en aferrarse a ese beso, hecho sus manos alrededor del cuello de Izuku y se dejó llevar hasta que el aire faltó en ambos.

—Te ayudaré con las cosas luego te llevaré a casa— sonrió Izuku pasando su pulgar por la mejilla del rubio dejando un suave beso.

Denki acepto la oferta y aún con lágrimas en los ojos recogió sus cosas, miro su traje de héroe y luego a Izuku.

—puedo pedirte algo?— pregunto alzando su maletín que ahora era de un color negro con rayos dibujados, vio el asentimiento de Izuku— podrías tirarlo por mi?

Izuku lo tomo y luego las cosas de Denki— lo guardaré hasta que decidas volver, así que mientras ese momento llegue lo tendré en mi hogar.

Denki sintió una nueva necesidad de llorar y solo mordió el interior de su labio.

Recoger las cosas de su oficina fue también algo muy duro, en algún momento Shoto y Shinso entraron para llevar las cajas al auto de Izuku, agradeció en silencio hasta que se dejó caer en medio de una oficina vacía.

—Que hice mal— lloro abrazando sus piernas— Izuku realmente soy tan malo?

—No cielo, no eres malo— le dijo arrodillandose a su lado— ellos no saben lo maravilloso que eres, eso pasa Denki.

—Un día tu también te irás cansado de mi estupidez y torpeza— aseguro en voz baja— siempre se cansan

—No lo haré lo prometo

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Salir de la agencia fue realmente duro, le dolía el corazón y el alma, sentía que estaba dejando sus sueños, sus aspiraciones, sintió que sus padres tenían razón, no tenía madera de héroe.

Los chicos también la tenían, era un idiota, inútil y cobarde.

Sintió un cálido roce en su mano y llevo su vista ahí, nuevamente Izuku lo estaba sosteniendo y le agradecía tanto eso, se acercó a él y suspiro, no, no estaba listo en lo absoluto pero tampoco deseaba quedarse, ya no más.

—Vamonos— susurro

Izuku asintió y abrió la puerta del copiloto para Denki, le dolía verlo así de triste y abatido .

—Todavia quieres ir a cenar está noche? O prefieres que cocine algo para nosotros?— ofreció Izuku.