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Denki despertó a la mañana siguiente temeroso que Izuku se haya ido como cada vez que encontraba a alguien que decía que lo quería y lo único que deseaba era un polvo.

Sintió el peso alrededor de su cintura y eso le emociono, Izuku se había quedado como prometió

—Buenos días hermosura— hablo Izuku con voz pastosa— durmamos un poco más si cielo?

Denki se acercó y beso a Izuku y asintió acercándose más contra él.  

Se volvió a quedar dormido casi al instante, hacía mucho que no sentia que descansaba de aquella manera, cuando volvió a despertar, los suaves rayos de sol se colaban por la abertura entre las pesadas cortinas oscuras.

Se removió un poco sintiendo la cama vacía, con lentitud se sentó, su cuerpo dolía un poco pero ello no le hizo perder la sonrisa, llevo la punta de sus dedos a sus labios recordando los abrazadores besos que Izuku le había dado, o aquel descomunal cuerpo sobre el suyo, vaya que jamás había creído que aquella vista de izuku empujandose sin piedad dentro de él, junto a la piel pecosa perlada de sudor y los mechones de cabellos verdes pegados a la frente de este serían de sus recuerdos más preciados, vaya que ni en sus mejores fantasías podría haber imaginado algo así.

Se bajó de la cama sintiendo sus piernas temblar un poco, suspiro y se dirigió al clóset de Izuku, vaya que era enorme, tomo una camisa blanca que le llegaba a medio muslo y era cómoda, dejo los primeros cuatro botones superiores abiertos y salió del lugar.

Hizo la cama y se acercó a la ventana, corrió un poco la cortina dejando que el sol matutino le bañara, no fue conciente que Izuku lo veía desde la puerta con una bandeja y el desayuno.

Parecía un ángel, fue el primer pensamiento del peliverde, un ángel con alas rotas y fe destruida, podría el algún día reparar esas alas y verlo alzar el vuelo? Seguramente sería majestuoso ver a Denki volando alto libre y sin miedos.

—Buenos días, jamás creí que mi ropa se vería sexy pero, comienzo a querer desayunar algo más que lo que está en la bandeja— Izuku entro a la habitación, llevaba un deportivo negro y una básica si mangas que se ajustaba a su torso.

—Que cosas dices— sonrió Denki girandose para verlo, recargo su espalda en el ventana y barrio con la vista a izuku—  tu ropa siempre se ve sexy pero anoche descubrí que es más sexy en el suelo— sonrió coqueto con un rubor intenso en sus mejillas.

Izuku sonrió y se adentro en la habitación, se sentó en la cama e invito a Denki a imitarlo, comieron tranquilamente, aunque claro, era evidente la retisencia de Denki a comer mucho, Izuku no lo presionó, sabía que era un camino lento.

—Sabes cuántas veces fantasee con tenerte así en mi cama?— pregunto Izuku dejando la bandeja en un mueble cercano a la cama.

—No mientas— susurro Denki.

Izuku tomo el tobillo de Denki tirando de el haciendo que el rubio quedará recostado en el colchón, se acomodo entre sus piernas y alzó la pierna del rubio, dejo un beso en el tobillo y dirigió su vista a Denki.

—No miento, me has gustado desde que te vi, pero como el Izuku de primer año de la UA podría haber pensado que un bello sol como tú se fijaría en él — susurro mientras comenzaba a dejar un camino de besos desde el tobillo a la cara interna de la rodilla— me dedique a admirar tu belleza desde lejos, como se admira el arte en una galería o las estrellas en el cielo, sin poderlos alcanzar— su voz era baja y profunda, y en cada pausa que hacía dejaba besos en la piel de Denki— por eso estoy tan seguro cuando prometo que me quedaré aquí, a tu lado tanto como tú me lo permitas, tanto como tú me dejes— bajo la pierna de Denki con suavidad y se inclinó.

Denki estaba perdido en la revelación que Izuku le estaba dando.

—El Izuku de antes y el Izuku de ahora siempre han sido mucho más de lo que yo podría llegar a ser, soy yo el que jamás ha podido ser alguien— susurro desviando su vista

Izuku se acomodo mejor, dejo su cabeza apoyada sobre el pecho de Denki que se sorprendió ante esa posición, de pronto Izuku parecía un pequeño buscando un poco de contención

—Hace mucho años atrás, existió un niño que como cualquiera anhelaba ser un héroe como All might, deseaba ser fuerte, poderoso y ayudar a todos con una sonrisa, era inocente y creía que el símbolo de la paz sostenía al mundo sobre sus hombros el solo como el gran Atlas, deseaba con fervor tener un don, y la edad llegó, y paso, y su don nunca apareció, su mejor amigo por otro lado si tuvo uno, poderoso y vistoso, decidió que volcaría sus sueños sobre su amigo, pero este lo alejo, lo daño, y ese pequeño con un gran sueño se comenzó a marchitar, la gente le decía que ser un héroe no era para él, que habían otras opciones pero el deseaba tanto salvar a todos, creció sin encajar, sin saber a dónde pertenecer por qué en un mundo lleno de maravillas el solo era una insignificante piedra, nadie lo miraba, nadie era su amigo, nadie le hacía sentir que lo estaba haciendo bien— comenzó a relatar Izuku con voz pausada y dolida a causa del recuerdo, sintió los brazos de Denki aferrarse más a él con el paso de la historia— un día, encontró a alguien que le dijo que podía ser un héroe, confío en él, le entreno y le dio un poder mucho más grande del que imagino, ahora él tenía el peso del mundo sobre sus hombros y creyó que debía sostenerlo solo, entro a la mejor escuela de héroes, se rompió sus hueso y fue imprudente una y mil veces hasta que entendió que sus amigos eran su soporte, que quienes te aman están ahí, contigo a pesar de todo, puedes ser libre con las personas correctas y aprendí a serlo— se alzó quedando de rodillas nuevamente sobre el colchón sus ojos estaban llenos de lágrimas— mis amigos me enseñaron que si yo me rompo no sirvo como héroe, que mi salud mental está sobre la aceptación de los demás, que puedo no gustarle a muchos pero que es más importante que algunos pocos me quieran de forma sincera y fue que me elegí por primera vez y ahora estoy eligiendote a ti, por qué eso me hace feliz por sobre todo lo que exista, así que el Izuku de antes no era la mejor persona para ti, para ver tu luz, el Izuku de ahora si, por qué haré lo que sea para que no te apagues no me importa que.

Denki se había sentado y miraba a los ojos a Izuku, su mano acuno el rostro del peliverde, si antes lo admiraba ahora mucho más.

—Es tu historia verdad— susurro

—Si

—Puedo ser un héroe entonces? Me crees suficiente Izuku?— susurro Denki

—Puedes ser un héroe, puedes tener el mundo en tus manos si así lo deseas— le respondió Izuku y Denki sonrió como jamás lo había hecho en muchos años

Entendió que no es una obra de caridad y que tenía la mejor de las suertes del mundo y sobre todo que no podía pedir mejor compañía, ahora le tocaba a él demostrarle a Izuku que el si podía ser un héroe.

—Quiero ser tú heroe— hablo bajito— quiero comenzar de cero, contigo a mi lado

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Los días habían comenzado a marchar, aún no ponían etiquetas a su relación pero en un mes, ambos compartían ya muchas cosas, Denki pasaba la mayoría de sus días en el departamento de Izuku

Justo en ese momento mientras comían, una llamada llegó al móvil del rubio, había olvidado que tiempo atrás dio su número a una trabajadora social.

—Señor Kaminari Denki? Hablo del centro de cuidados de menores de la ciudad de Musutafu, podría pasar mañana a la oficina hay algo de lo que me gustaría hablar con usted en persona.— la mujer explico un poco que por comodidad le explicará todo al día siguiente.

—Paso algo cielo?— pregunto Izuku

—Era del centro de cuidados infantiles, aprovecharé que mañana iré a ver qué pasa, para sacar mi ficha en la universidad, creo que encontré gracias a ti cuál quiero que sea mi comienzo— susurro Denki.

—Mmmm, un sexy doctor?— pregunto Izuku coqueto

—Al menos así me aseguraré que no llegues como hace dos días, debes ir a la enfermería— regaño Denki

—Es tu culpa que te veas tan sexy mientras limpias mis heridas, además me gusta la recompensa cuando me porto bien— soltó Izuku haciendo reír al rubio que negó un poco.

Le gustaban sus días con Izuku, le gustaba el camino que estaba tomando su vida 

KitsungiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora