Todo había sido re bueno hasta ahora. Desde que subimos al avión, nos pusimos a ver películas y charlamos sobre la vida con Carlitos. Me había contado un poco sobre el campamento: por ejemplo, que tenían un cacique el cual era como el encargado del campamento y así (como Quirón), pero estos no vivían miles de años sino que eran mortales bendecidos por Koch para gestionar un lugar con miles de semidioses pubertos... eso sí que es tarea difícil.
Todo muy tranqui, muy bonito, pero cuando llegamos a Argentina (🎶mi país, mi país🎶) y pusimos un milésimo de segundo el pie en tierra firme... todo se fue al caño.
No llegamos directamente a Argentina, sino que paramos en distintos países para tomar otro vuelo y llegar a nuestro destino. Yo no tuve que pagar nada, obvio, pero por poco me daba pena Carlitos y toda la guita que tenía que gastar, pero bueno, equis. Paramos primero en Chile, lo que sería estar en una parte de la Patagonia.
Eso es importante porque ya habíamos entrado a nuestro, que se yo, ¿territorio?
El rubio me advirtió que debía tener cuidado. Puesto que Chile tiene una gran parte de la patagonia, y eso quería decir, lastimosamente, que muchas criaturas raras podrían aparecer y acabar con mi corta vida.
¿Tenía miedo? Sí.
¿Me temblaba todo? También.
¿Quería a mi mamá? por supuesto.
Tomamos un colectivo desde Punta Arenas, para llegar en Bus a la Patagonia Argentina, más específicamente a Neuquén donde ahora se encontraba el campamento. Me parecía muy raro que se moviera dependiendo el lugar donde nacía el Cacique. Pero nada es normal ahora, así que no dije nada.
Yo ya le había dicho a Carlitos que ni en pedo me subía otra vez a un avión, y menos si tenemos que pasar la cordillera. Ver la Sociedad de la nieve arriba de un avión no me había dejado la mejor sensación que digamos.
Desde ese día algo cambió dentro de Nara. Algo se quebró.
Me dejó un vació en el pecho. Me traumó.
─Eso nos va alargar el camino ─me había dicho ─. En avión es más corto.
Pero me negué.
─Nara, sos muy manipulable, en serio.
─¿Acaso no viste que fue basado en la vida real? ─lo apunté indignada. Realmente la gente de hoy en día era tan insensible.
Nos quedamos mirando esperando una acción del otro. Al final el rubio resopló y aceptó ir en cole. Ahora andábamos en la terminal de colectivos, comiendo galletitas surtidas y esperando el cole sentados afuera de la terminal.
─¿A qué hora llega? ─lo miré apenas, puesto que el sol me estaba dejando ciega.
─A las 19:45 ─miró el reloj en la pared y suspiró. ─Faltan tres horas.
Apoyé mi cabeza contra la pared de la terminal. Me había sentado hace unos treinta minutos y no sentía la cola; en parte porque estaba en el piso y el calor era una barbaridad.
Carlitos, que estaba sentado en una banca a lado mío me miró con la peor cara de orto que hasta hoy le había visto. Y obvio que sabía porque me miraba así pero no le bolilla.
A veces aceptamos el amor que creemos merecer.... ahre, ¿por qué soltaba esa?
─Yo te dije que en avión íbamos a llegar rápido. ─me apuntó con el ceño fruncido. ─Ahora estaríamos llegando al campamento. Y presentándote ante todos como la hija del-... ─se calló rápidamente. Giré mi cabeza lo más rápido que pude al escucharlo.

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ᴅᴇᴍɪɢᴏᴅᴅᴇꜱꜱ ᴏꜰ ᴘᴀᴛᴀɢᴏɴɪᴀ ─ᴘᴊᴏ
Fanfiction¿Y si te enteraras que eres una semidiosa? ¿Y de una mitología poco conocida? ¿Una mitología de divinidades fuertes y campeones del mundo? Esta es la historia de Nara, semidiosa de la patagonia. ¿Se animan a leerla? Todos los derechos son del tio...