Emma ayudaba a Chiara a moverse por el pasillo del hospital debido a que seguía bastante débil, sin olvidar las magulladuras que había sufrido ella. Ruslana las acompañaba para indicarles en que habitación se encontraba la pelirroja. En el momento en el que llegaron, el señor Hódar se encontraba en frente de la cama de su hija, y al ver a la morena y su madre en la puerta, se puso de pie nervioso.
-¿puedo ayudarles en algo?- pregunto el padre
-Hola, soy Chiara y soy....- hizo una pausa para pensar que decir- soy amiga de Violeta, yo también tuve el accidente con ella...- dijo Chiara con las palabras atragantadas
-Oh, no tenía ni idea. Espera ven siéntate, no es bueno que estés de pie en tu estado- dijo Juan Carlos dejándole su sillón libre al ver a la morena en aquel estado.
Chiara le hizo caso y se lo agradeció con una sonrisa, que desapareció al ver a Violeta en esa cama postrada, dejando paso a un par de lágrimas que se escapaban de sus ojos.
-Yo soy Emma, la madre de Chiara- dijo la mujer dándole un abrazo al padre de la pelirroja
-Encantado, Juan Carlos, el padre de Violeta. Mi mujer está en la cafetería con los chicos ya que han insistido en que bajase a comer algo- respondió. Después miró la escena de la habitación y él y Emma decidieron salir de la habitación, dejando a las dos chicas allí solas.
Chiara agarraba la mano de Violeta con fuerzas mientras miraba aquellos ojos cerrados, deseando que se abriesen de una vez, dejando ver la pureza que había en ellos. No podía dejar de llorar, lamentándose y pensando que esa situación era su culpa. Después de la explicación que le dio Alex sobre el accidente, no dejaba de pensar que la que tenía que estar en esa situación era ella y no Violeta, y eso no paraba de perseguirle desde que fue consciente de lo que estaba pasando.
-No puedo creerme esto Vio. Esto no puede estar pasando joder -dijo Chiara con rabia mientras miraba a la pelirroja
-Tienes que despertarte ¿vale?, todavía tenemos que volver a la playa a hacerle fotos al atardecer, y todavía tengo que enseñarte más acordes del piano. También tengo que enseñarte a hacer el gusano ya que tanto me lo pides - responde con una pequeña sonrisa al recordar las suplicas de Violeta por hacerlo- además tenemos que volver a la casa a recoger las cosas, no podemos dejar todo así de tirado eh, que la ordenada de las dos eres tu. Necesito seguir haciéndome fotos contigo y verlas veinte veces al día. Y también tengo que seguir entrando al baño sin llamar cuando tu estés dentro-
Chiara intentaba eliminar sus lágrimas de su rostro, pero cuando quitaba unas, aparecían unas nuevas.
-Vio, tu eres la letra y yo la melodía, te necesito. Por favor, tienes que despertarte Vivi. No te voy a dejar, pero despiértate por favor-
Chiara en aquel momento se acomodo como pudo y sin dejar de soltar la mano de la pelirroja, apoyó su cabeza en la almohada al lado de ella. Necesitaba olerla, sentirla.
En aquel momento, entraba la madre de Violeta, fijándose en la persona que se encontraba al lado de su hija, intuyendo que seria Chiara.
-Tú debes ser Chiara ¿no?- pregunto la mujer detrás de la morena. Esta, reacciono a la voz y se enderezó en el sillón como pudo.
-Si soy yo, usted debe ser la madre de Violeta- respondió algo temerosa al ver l expresión de aquella mujer.
-Efectivamente, soy su madre y me gustaría que te fueras- dijo duramente la mujer
-¿Cómo?- pregunto Chiara atónita
-¿No me has oído? Te estoy diciendo que te vayas, no quiero que te acerques a mi hija- dijo la madre de la pelirroja nerviosa. Chiara por su parte, no entendía nada y se puso de pie al lado de la cama.
-No entiendo su actitud y creo que se esta equivocando- respondió la menor inquieta ante aquella mirada tensa de la mujer
-¿Qué no lo entiendes? Yo te lo explico. Mi hija está en esa cama sin despertarse, y ni siquiera se si lo llegará a hacer, por tu culpa precisamente-
Aquellas palabras atravesaron el corazón de Chiara, produciendo un estado de nerviosismo e impotencia elevado en la chica
-Creo que no lo está entendiendo- intentaba justificarse la menor
-La que no lo entiendes eres tú. Le has metido ideas en la cabeza a mi hija que no me gustan un pelo muchacha. Jamás quites autoridad a unos padres. Nunca. Y para colmo, me entero que a mi hija le ha atropellado un coche por querer salvar a la chica que le está comiendo la cabeza- concluyó la mujer.
Chiara en aquel momento, se quedó en shock. No sabía que decir ni como actuar ante aquella situación. Finalmente la única expresión que salió de su cuerpo fueron lágrimas.
-Haznos un favor, y aléjate de ella. Si estando una semana así contigo ha acabado así, no quiero ni pensar que pasaría si os vieseis más- dijo la madre de la pelirroja.
Chiara asimiló aquella información, la mastico y la proceso. Y sin hablar, actuó de manera automática. Se giró hacia Violeta, la miró y se agachó para dejarle un beso en la frente, para posteriormente, salir de la habitación, pasando por el lado de la madre de Violeta sin dirigirle la palabra.
A lo lejos divisó a su madre que se encontraba con Alex al lado de la maquina del café.
-Kiki, el resto están con el padre de Vio, ¿todo bien?- dijo el chico al ver a su amiga tan ausente. Chiara le miró, y aguantándose las lagrimas dijo:
-Mama, quiero ir a casa-
SEIS HORAS DESPUÉS...
-Es todo muy raro, ¿Cómo se va a querer ir estando Vio así? no tiene sentido- dijo Álvaro cabizbajo.
-Necesitaba irse. Me dijo que estaba muy saturada con la situación y ver a Vio así y no poder hacer nada la estaba matando- concluyó Alex
-Kiki no es así Alex, no me parece propio de ella- respondió Ruslana desconcertada.
-Cuando llegue a Barcelona la llamaré a ver si me puede dar más explicaciones- dijo Alex
-Deberíamos ver como están los padres de Vio, por si quieren descansar, es tarde- dijo Denna.
El grupo entero que se encontraba en la cafetería del hospital, subió hasta la habitación donde se encontraban los padres de Violeta hablando. Juan Carlos al verlos, disimulo lo que parecía una discusión con su mujer y se volvieron al grupo.
-Hola chicos- dijo su padre-
-Hola, veníamos por si queríais ir a descansar un poco- comentó Denna.
-Pues la verdad nos vendría bien ir a comer algo- dijo Juan Carlos algo serio- Por cierto, ¿vosotros sabeís donde está Chiara?-
En aquel momento, una voz débil y susurrada al otro lado de la habitación sonó, haciendo que todos los allí presentes se girasen al oírla
-¿Dónde está Kiki?- pregunto Violeta despertandose
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Bajo el mismo techo |KIVI
Novela JuvenilChiara y su grupo son una banda de música que está comenzando a surgir. Violeta y sus amigos han finalizado sus estudios universitarios . Por error, alquilan la misma casa rural y tendrán que convivir juntos ¿Qué pasará durante esta convivencia?¿Pod...