Lew
Lo primero que me despertó fue un dolor extraño. Me escocía toda la parte posterior de la cola y las pantorrillas, como si me hubieran arrastrado por rocas irregulares. También me dolía el cuero cabelludo, como si me hubieran tirado del pelo durante mucho tiempo.El dolor en las costillas era lo único que tenía sentido desde que la serpiente Essa me había aplastado.¡La serpiente!jadeé, con los ojos desorbitados, mientras intentaba incorporarme.Unas manos sorprendentemente fuertes me empujaron hacia abajo.Aterricé en la tierra blanda, sorprendido al ver a Nico inclinado sobre mí, con las manos apoyadas en mi pecho mientras me miraba con aquellos interesantes ojos de colores, verdes y dorados, y grises...
-Quédate abajo, - susurró. -Tranquilo. Estás a salvo. -
Le miré fijamente durante un rato, dándome cuenta de que era cierto.
Cuando miré a mi alrededor, vi que estábamos solos. Estábamos en un espacio reducido, apretados entre los árboles donde nadie nos encontraría. La serpiente no estaba a la vista.
- ¿Qué ha pasado? - pregunté. - ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? -
-Te he arrastrado, - me informó.
Una vez más, el omega humano hizo que el fastidio se desplegara en mi interior.
- ¡Tonto, tonto humano! ¡Deberías haber huido! La serpiente...-
-Estaba muerta, - me informó con calma. -La serpiente estaba muerta como un clavo, y tú también lo habrías estado si te hubiera dejado. No podía hacerte eso...-
Sin más, mi ira se evaporó.Levanté la mano y le rocé la mejilla, aunque sabía que no le gustaba que le tocara. Esta vez, sin embargo, no se puso rígido ni se inmutó.
- ¿Por qué no corriste cuando te lo dije? - le pregunté.
Se lamió los labios y me miró el pecho. No contestó.Suspiré, dejando pasar la pregunta.
-No deberías haberme traído aquí. Tu pierna. -
Asintió.
-Bueno, no puedo discutir eso. Probablemente la he jodido sin remedio a estas alturas. -
Ante mi mirada compungida, se encogió de hombros.
-No hay más culpa que la mía. Yo decidí venir a este planeta y embarcarme contigo en una aventura desastrosa. -
Sus palabras me quemaron.Desastre.Nuestro apareamiento debería haber sido fácil y divertido, como lo fue para los demás omegas. Deberíamos haber hecho el desfile de unión por las calles, con nosotros llevados en lo alto de la multitud. Deberíamos haber ascendido a la montaña con una procesión de tambores, rodeados de amigos y familiares, con nuestras manos entrelazadas. Una vez allí, nos habríamos dado el beso de la unión y habríamos festejado antes de retirarnos a hacer el amor, con nuestras almas oficialmente entrelazadas.Me dolía pensar en lo egoísta que había sido.
-Lo siento, - susurré con tristeza.
Nico no parecía saber por qué.Me miró con el ceño fruncido.
-No tienes nada que lamentar; me salvaste la vida. -
-Sí, una vida que puse en peligro trayéndote aquí. -
De repente, no creí que pudiera enfrentarme a él. Casi había muerto por mi culpa. Todo porque yo quería un compañero. Tal vez el Consejo tenía razón. No era seguro para los omegas humanos estar en nuestro planeta. Alfas como yo tratarían de reclamarlos sin importar el costo.
-No hagas eso, - me espetó. -No actúes como si no fuera más que un espectador. Elegí esto tanto como tú. Ya estaba huyendo de la nave cuando me atrapaste... Actué por miedo, pero actué por mi cuenta. -0 Suspiró y se tumbó a mi lado, mirando las hojas que nos cubrían.-Menudo desastre. -
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The Aliens Runaway Omega II
Fanfiction⚠ Esto es una adaptación del libro "the Aliens Runaway Omega" de Sienna Sway Lew (Lewis) Llegan los humanos. Cientos de ellos. Vendrán a infiltrarse en Mukhana con sus bases, sus maquinaria, su extraña cultura y sus exigencias desmesuradas. Todo es...