28

428 71 2
                                    


Lew

Me senté frente al consejo, sorprendentemente nervioso ante nassas que conocía desde hacía años. Los consideraba amigos además de colegas. Cuando Al-padre se jubiló y yo ocupé su lugar, me habían recibido con los brazos abiertos, convirtiéndose rápidamente en mi familia.

Soj había sido una especie de figura paterna para mí, ya que estaba muy unido a su hijo. Pero cuando no formaba parte de ellos, sentado en el lado opuesto de la mesa, con todos mirándome, resultaba sorprendentemente intimidante .

Pero Nico  estaba conmigo, y eso hacía que todo fuera mejor. Su mano encontró la mía bajo la mesa, como la última vez que nos enfrentamos a ellos, ofreciéndome fuerza. Y funcionó. Levanté la cabeza y me encontré con sus ojos.

-Gracias por acceder a reunirse conmigo,- empecé. -Me gustaría hablar de mi despido. -

Hubo un momento de silencio pero, antes de que pudiera continuar, Zusie habló suavemente.

-La decisión se tomó por unanimidad, Lew. -

Asentí.

-Lo comprendo, pero no me gustaría irme sin al menos discutir el asunto. Como formaba parte del consejo cuando tomaron la decisión, creo que es justo. -

Al otro lado de la mesa se intercambiaron miradas. Finalmente, Soj asintió.

-Di lo que piensas, - dijo.

Tomando aliento, comencé.

-Durante los meses anteriores a la llegada de las naves humanas, solicité que se permitiera la entrada de los omegas en Mukhana junto con los alfas. Mi razón era clara. Actualmente, hay muy pocos omegas nassa y todos merecen una pareja. Imagínense sin sus parejas y sin perspectivas de tenerla nunca. Sospecho que como todos estan felizmente unidos, no se han sentido identificados con mis preocupaciones. - De nuevo se hizo el silencio, así que continué.-Normalmente, nuestras decisiones son unánimes, pero fui desautorizado, ignorado y me faltaron al respeto. -No pude evitar que parte de la ira se filtrara en mi voz.

-Lew, - dijo Versta, interviniendo de pronto con preocupación. 

-Sólo tomamos la decisión de alejar a los omegas por su seguridad. Aprendimos de las experiencias de Checo que no era prudente permitirles entrar libremente en nuestro planeta. -

- ¡Pero puede que algunos de ellos quisieran venir! - argumenté. - ¡Mira! -Levanté nuestras manos entrelazadas para que las vieran.-Nico eligió huir a nuestro planeta. Estaba dispuesto a arriesgarse para conseguir su objetivo. Podríamos haber hecho las cosas de otra manera si hubiéramos hablado, pero a mí me dejaban de lado constantemente y me mandaban callar. -Tuve que parar y respirar, con el pecho agitado por la ira repentina. Esas palabras no se habían dicho exactamente, pero nunca olvidaría la forma en que el grupo me ignoraba cada vez que hablaba de mis preocupaciones.-No me trataron como a un miembro del consejo y me enfadé. Era el único que no estaba vinculado y todos parecían haber olvidado lo que es eso. Sentí profundamente que expulsaban a mi compañero. Y miren. Tenía razón. -

Esta vez, permití el largo silencio que se prolongó. Fue gratificante ver que todos los miembros del consejo alfa parecían afligidos.

- ¿Qué quieres que hagamos? - preguntó finalmente Soj.

Apreté la mano de Nico entre las mías

The Aliens Runaway Omega IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora