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Lew

El orgullo que sentía no se podía medir. No sólo porque había ganado, sino porque Nico me había ayudado. Estar en medio de la lucha con sus agudas indicaciones me había parecido increíble. Como si no estuviera solo, como si ya fuéramos uno. 

Y cada alfa en el foso conmigo lo había sabido. Lo había visto en sus ojos. Ira y derrota incluso antes de que los venciéramos. Y ahora, Nico tendría todo lo que se merecía.

Empezando por esto. Tomamos asiento en el carruaje y nos elevaron con cuidado en el aire a lomos de mi gente. Habían envuelto a Nico en finas telas, que le servían de escudo contra el sol, y tenía un aspecto hermoso, delicado y masculino a la vez. Cada etapa del vínculo era sagrada, esto formaba parte de él y, mientras Nico me sonreía y se reía de los niños que corrían para seguirle el ritmo, volví a sentirme orgulloso de haber mantenido las distancias y permitido que nuestro vínculo original se rompiera. Incluso sin él, seguía queriendo a Nico. 

Me habría sentido desgraciado sin él, sí, pero ahora habíamos rectificado esa posibilidad. Me tendió la mano. Luego, cuando eso no fue suficiente, se aferró a mi bíceps y se apoyó en mí.

-Estoy tan feliz, - dijo, mirándome. -No sabes lo preocupado que estaba. -

-Lo siento, - le dije y le di un beso en la cabeza.

Se estremeció y tiró de mi brazo alrededor de sus hombros, metiéndose debajo para estar aún más cerca.

- ¿Cuánto tardaremos en volver a besarnos? -

Sonreí.

-Pronto. Primero tenemos que subir a la cima de la unión. -

-Ya. La infame montaña de la unión. El lugar al que nos dirigíamos desde el principio. -

Mi emoción crecía mientras nos llevaban. La celebración en el aire me levantó el ánimo tanto como el humano en mis brazos. La forma en que se había abierto a mí, pasando de querer a regañadientes un vínculo sólo para quedarse en Mukhana, y querer uno conmigo me calentó por completo. Sentí que podía hacer cualquier cosa, y no como antes. Antes, confiaba en que podía encargarme de todo yo solo. Ahora, confiaba en nosotros como equipo. 

Sabía que Nico estaba ahí para apoyarme tanto como yo lo estaba para él.

A pesar de lo mucho que disfruté de la multitud en la calle y del ambiente divertido, me sentí aliviado cuando llegamos a la escalinata de la montaña .Era un camino empinado en línea recta, que simbolizaba el esfuerzo que uno estaba dispuesto a poner en su futura relación y yo estaba más que preparado para la subida, aunque, cuando nos detuvimos ante ella, me di cuenta de que el viaje hasta la cima no sería tan agradable para Nico.

Nos bajaron con cuidado y le ayudé a bajar del carruaje, manteniendo su mano entre las mías. Todo el consejo alfa estaba allí con sus compañeros. Me dolía un poco no formar parte de ellos, pero no me concentré en eso, sino en buscar a mis padres .Llegaron con el grupo ascendiendo. Al-padre incluso cogió uno de los tambores para ayudar a la ascensión. Me guiñó un ojo cuando le llamé la atención y mi Om-madre se acercó, tirando de mí en un abrazo y luego abrazando a Nico con la misma calidez.

-Me alegro mucho por los dos. -

-Gracias, Om-madre. -

The Aliens Runaway Omega IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora