Volver a Comenzar~Inconclusa~

El libro

Pov Letizia

Estaba sentada en la cama en plan indio, mirando las expresiones de mi marido, tenía el manuscrito del libro corregido ya por la editorial y él, había sido el primero a quien se lo había dado a leer antes de que saliera publicado, eso lo tuve claro desde el principio que Felipe sería el primero en leerlo, estuviésemos juntos o no, siempre di por hecho que cuando paso lo de Mary y volví a nuestro hogar algo me decía que no me iba a volver a ir y aquí seis meses después ando tratando de averiguar si al hermético de mi marido, le está gustando mi libro, creo que sí porque lleva dos horas en silencio leyendo, lo único que oigo es como mueve las hojas de forma suave, de vez en cuando, me mira y me sonríe, ¿eso es buena señal?, sacudo mi cabeza porque me estoy volviendo loca y gateo por la cama hasta sentarme a horcajadas sobre él, le quito el manuscrito de las manos y pongo un dedo en sus labios para que no proteste porque va camino de ello

L: Préstame atención a mi

Lo beso suavemente, pasando mis brazos por su torso para rodear su cuello y acariciar los pelillos de su nuca, chupo su labio inferior y ohhh señor!!!, hay una cosa muy viva que esta chocando entre mis piernas, paso mi lengua por el contorno de sus labios y lo siento gruñir, mis labios dejan un rastro de besos húmedos por su torso desnudo hasta llegar donde me interesa, juego con el elástico de sus boxers tan jodidamente exclusivos, que le quedan tan jodidamente bien y que remarcan jodidamente... vale vale Letizia cálmate porque ya estás húmeda y el juego ni siquiera ha empezado, cayo a mi demonio personal y él bufa al ver que sigo sumida en mis pensamientos jugando con el elástico, me echo a reír quitándoselos y noto como su virilidad choca contra su abdomen, lo miro y una sonrisa entre picara y burlona aparece en mi rostro

F: Ni me mires así, es tu culpa

Siento que va a atraerme a él pera besarme pero lo esquivo y deslizo mi lengua por su miembro, por todo aquel tronco venoso marcado, lo miro con fingida inocencia y ya siento sus dedos acariciando mi pelo, justo en el momento que mi lengua empieza a jugar con su glande, haciendo movimientos circulares para después introducir en mi boca, todo aquello que fuera posible, porque evidentemente al completo, vale vale tenía que centrarme de nuevo porque mis pensamientos me estaban otra vez traicionando.

Lo sentía jadear, gruñir, bufar e incluso atar mi pelo con su mano en una coleta pero se resistía a alzar sus caderas, presuponía que para no hacerme daño, así que, a grandes y muy grandes males, grandes remedios, abrí lo mejor que pude mi boca y me la trague al completo, soltando pequeños jadeos y tratando de controlar mi respiración- joder amor...-, si sabía que era un desesperado y si sabía que ahora mismo me iba a levantar en sus brazos y dicho o más bien pensado y hecho, me levanto como si fuera una pluma y me tomo por la nuca besándome de forma intensa, mordiendo mis labios

L: Oye que yo estaba a lo mio
F: Lo tuyo es volverme loco, mi reina

Solté una carcajada acompañada de un gemido de excitación cuando sentí su nalgada fuerte, como me quitaba el camisón y ponía mis piernas en sus hombros, este hombre sabia como volverme loca, mis uñas se clavaron en su espalda cuando lo sentí de una dentro de mi

L: No te muevas amor...

Cerré mis ojos regulando mi respiración, notándolo todo dentro de mi, note su cálido aliento en mi oreja y como mordía el lóbulo, pequeñas embestidas comenzaron a sucederse y los gemidos se escapaban de mi boca sin remedio, realmente parecía que Felipe no se estaba moviendo un ápice dentro de mi pero era todo lo contrario, cada vez que mordía mi oreja, mi cuello, deslizaba su lengua por mi clavícula, se clavaba mas y mas profundo dentro de mi, torturándome de placer, le suplicaba por más entre jadeos, más duro, más fuerte, más movimiento y aquello no se hizo esperar, el sudor en nuestros cuerpos, la humedad en mi interior, todo hacía que mi Felipe se deslizara dentro y fuera de mi con facilidad y profundidad.