1° Un Angel Caido ( peter y tu)

Capítulo 21Parte uno

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Lo vi acercarse hacia nosotros, sus ojos se encontraron con los míos en cuanto levantó su vista. El corazón comenzó a latirme fuerte contra el pecho, mi respiración se aceleró notablemente, era increíble lo que él me provocaba con sólo mirarme. Cuando Peter cruzó la calle, mis fuerzas cayeron y todo lo que había escuchado sobre él no importó. Corrí desesperadamente a sus brazos, apretándolo con fuerza contra mi cuerpo, su característico olor me invadió y sentí innumerables sensaciones recorrer mi cuerpo, como cientos de corrientes eléctricas que daban descargas en mí. Sus fuertes brazos me rodearon, y me sentí completamente protegida en ese momento, como si nada ni nadie pudiera hacerme daño.

-Hola mi amor... – Susurró en mi oído, lo sentí besar mi cabello y respirar hondo.

Largué el llanto reprimido en mí, y él soltó el famoso "Todo está bien" para consolarme. Su voz ronca y tranquila tranquilizó mi cuerpo de inmediato, haciéndome olvidar de todo a mí alrededor, y fije mi vista sólo en él.

-Dime que todo lo que dijo Anastasia no es cierto, dime que siempre me amaste, que soy a la única que sientes, que nunca estuviste a su lado, que soy el amor de tu vida Peter, por favor... – Solté entre sollozos. Él se alejó de mí, lo suficientemente lejos como para mirarme a los ojos. Y me sonrió de manera dulcemente ladeando su cabeza hacia un costado.

-Anastasia sólo quería debilitarte, impedirte hacer lo que estás haciendo, impedir que descubras la verdad, te amo ____, nunca dudes eso, te amaré siempre, aunque esté bajo tierra en el infierno, seguiré amándote, cielo, es lo que mejor me sale hacer, además de matar Vampiros... – Dijo divertido, luego levantó su mirada a Vico y movió la cabeza en forma de saludo.

-¿Entonces no saliste con ella? ¿Ella no te siente? – Pregunté casi desesperada.

-Sí salí con ella hace años, cuando me uní a su Ejercito de Cazadores, pero no la siento, ni un poco... – Comentó haciendo una mueca divertida en su rostro.

-Te extrañé tanto Peter, no puedo vivir sin ti, dime que nunca me dejarás, por favor, no puedo respirar si no estás aquí, no puedo... – Dije mientras él me acariciaba el lugar por donde mis lágrimas caían.

-Nunca me separaré de ti hermosa, lo juro, eres mi vida entera nena – Peter me apretó fuerte contra él, invadiendo mi boca son sus labios y su lengua en un beso que llenó mi alma entera. Sus labios me dieron la tibia y tranquilizadora caricia que necesitaba para seguir adelante, que él estuviera allí me daba fuerza, y verdaderamente pensaba que nada podía pasarme, él lo impediría.

-Ahora vayamos a casar Vampiros... – Peter tomó mi mano y nos juntamos con Vico y Merlene que nos miraban tiernamente, bueno, Vico no tanto.

-Gracias – Soltó Peter mirando a Vico a los ojos, quien enseguida levantó una ceja y sonrió.

-¿Cómo dices? – Preguntó Vico fingiendo que no había escuchado a Peter, Merlene y yo reímos por lo bajo.

-Vamos, ya me escuchaste... – Murmuró Peter con el ceño fruncido, Vico abrió los ojos.

-La verdad no escuché lo que dijiste, creo que mis doscientos años me están afectado y no creo que....

-Dije que gracias, gracias por cuidar de ____ – Peter habló firmemente, Vico le tendió una mano, Peter la tomó dándose un apretón.

-Debería haber traído la cámara... – Solté divertida.

-Se acabó la fiesta, todo es muy tierno, pero no puedo dejar que lleguen hasta la Daga, lo siento... – Bastian apareció a unos metros de nosotros, Peter y Vico se colocaron frente a nosotras.