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Boss Chaikamon nunca había salido con Noeul a comer antes.

Ni cuando se comprometieron, menos cuando sus padres insistieron en que tuvieran citas para conocerse mejor antes del matrimonio. Después que se casaron, sus salidas siempre se limitaban a eventos de la alta sociedad en la que solo tenían que interactuar unos momentos.

Sin embargo, a pesar de que es la primera vez que comparte con el Omega en este tipo de actividades, Boss siente que está resultando demasiado bien. Pensó que sería incómodo, pero Noeul hizo ameno el camino hacia ese pequeño restaurante en el que Boss nunca pensó poner un pie en su vida.

No estaba acostumbrado a asistir a ese tipo de lugares, suponía que el Omega tampoco, así que le resulta extraño que le ofreciera ir allí.

-Peat y yo descubrimos este lugar una vez que salimos a comprar un regalo para Fort .-Noeul le contó, como si leyera sus pensamientos.-El dueño hace el mejor jangjangmyeong de todo Bangkok. Créeme, te va a encantar.-Le dice emocionado.-Siempre quise traerte pero estabas ocupado o me decías que no así que...-Se encogió de hombros, como si el hecho de que su esposo no le hubiera estado prestando atención en todos sus años de matrimonio no fuera importante.-Supongo que solo quedaba esperar a que me dijeras que sí.-Sonrió.-No te arrepentirás de haber venido.

Boss asintió, sintiéndose un poco culpable. El restaurante era pequeño pero cálido. Noeul había elegido una de las mesas en una de las esquinas del lugar para más privacidad y se había movido como un pez en el agua.

Era obvio que no era la primera vez que iba allí, y Boss no pensó mucho en ello, sintiéndose un poco raro al ver al Omega actuar tan seguro de sí mismo cuando él estaba acostumbrado a ver a un Noeul que agacha la cabeza, juega con su anillo y espera que los demás decidan por él.

-¿Y cómo va el yoga?-Le preguntó, buscando establecer una conversación. Noeul arrugó las cejas, luciendo visiblemente afectado por sus palabras.

-Me duele todo.-Confesó con una mueca que hizo a Boss apretar los labios para evitar sonreír.-Hemos aprendido posturas fáciles pero mi cuerpo no está acostumbrado al ejercicio y me canso rápido y después de un baño todo me duele.-Se quejó.

-En unas semanas el dolor desaparecerá, solo deja que tu cuerpo se acostumbre.-Boss aconsejó, más Noeul negó hacia él con una sonrisa.

-No creo durar una semana.-Murmuró divertido. Por alguna razón le era más fácil soportar el dolor emocional que el físico.-Peat dijo que sería bueno que comenzara a usar tiempo para mí, para no aburrirme y tener otras cosas en las que concentrarme, pero no me dijo que en menos de cinco clases el yoga acabaría conmigo.-Boss rió.

-Entonces deberías intentar otra cosa si el yoga no es lo tuyo.-El Alfa dijo, luciendo divertido.-¿Qué tal la fotografía?-Le dijo y Noeul se sorprendió, mirándolo con ojos brillantes.-Si mal no recuerdo, solías decir que te gustaba mucho, ¿no? Puedes tomar clases en línea o asistir a algunas presenciales, tal vez hacer algún curso. Puedo darte dinero para que compres alguna cámara que te guste si quieres.

-Nunca pensé que recordarías eso.-Noeul le dijo sincero, jugando con los pétalos de las flores frente a ellos, acomodadas en un arreglo floral en el centro de la mesa.

Boss asintió, dándole la razón al Omega. Era cierto que en ocasiones que se basaban en la mayor parte del tiempo, no le prestaba atención a lo que Noeul quería o no. Más cuando lo hacía, siempre recordaba lo que le gustaba al Omega.

-No soy tan ajeno a ti, ¿sabes?-Noeul sonrió.

-Supongo que no lo eres del todo, Boss.-El aludido detectó cierto tono de burla en sus palabras. Frunció las cejas, buscando refutar al respecto cuando una figura interrumpió en el campo visual de ambos.

Pusilánime // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora