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Calor.

Fue el primer pensamiento que azotó la mente de Noeul mientras despertaba. Hacía demasiada calor, se estaba ahogando. Abrió sus ojos con pereza, parpadeando varias veces hasta acostumbrarse a la luz de la habitación. El cuerpo detrás de él se removió incómodo, atrayéndolo más cerca y Noeul soltó un quejido bajo cuando Boss lo sostuvo con fuerza, pegándolo a su pecho caliente.

El aroma a lluvia se percibía fuerte en toda la habitación. Sentía su garganta seca cada vez que inhala el aire cargado con feromonas pesadas, provocando uno que otro jadeo en el Omega. Se removió contra el cuerpo firme del Alfa, sintiendo la erección de este presionarse en su trasero.

Miró sobre su hombro con algo de dificultad, Boss seguía dormido. Sus mejillas enrojecidas le conferían un aspecto febril a su rostro, al igual que los cabellos negros pegados a su frente sudada.

-Omega.-El Alfa murmuró su jerarquía, llamándolo entre sueños y Noeul apretó los labios al sentir a su lobo responder el llamado, liberando lubricante entre sus piernas. Se maldijo a sí mismo cuando el calor se volvió aún más insoportable, como si fuera su celo, más faltaba casi un mes para que este le llegará.

Quizás el de Boss, pensó mientras deshacía un poco el agarre brusco del Alfa sobre su cuerpo. Volvió a mirar al Alfa sobre su hombro, una punzada de dolor atravesó su bajo vientre y más lubricante natural corrió entre sus piernas. A lo mejor su celo se había adelantado. Intentó contener un gemido cuando la erección matutina de Boss se presionó contra él.

Bajó su pijama hasta la mitad de sus muslos con movimientos torpes, su quehacer viéndose interrumpido por momentos en los que Boss lo apegaba nuevamente a su cuerpo, manteniéndolos en la posición de cucharita que Noeul tanto adora usar para dormir, sin embargo una que le resulta fastidiosa cuando sus motivos son otros.

Se apartó con cuidado del cuerpo de Boss, quien todavía abrazaba su cintura. Llevó la mano hacia atrás con dificultad, colando la mano por el pantalón de pijama del Alfa. La tela cedió con facilidad, permitiéndole liberar la erección del pelinegro y jadeó en satisfacción al sentirlo duro en su mano.

Masajeó el pene con torpeza, la posición haciéndole difícil el mover su mano y Noeul se arrastró hacia arriba, buscando que su trasero quedara a la altura de la pelvis del Alfa que gruñía en sueños tras él.

Guió la erección de Boss hasta su entrada que palpitaba con anticipación. Impulsó su trasero hacia atrás, hundiéndose en el Alfa y un gemido entrecortado se escapó de sus labios cuando entró el glande. Se impulsó aún más, pegando su cuerpo al de Boss y tembló entre sus brazos cuando todo el pene del Alfa estuvo en su interior.

-Dios...-Mordió su labio inferior, comenzando a moverse torpemente. El roce en sus paredes enviando una sensación placentera que se arremolinaba en su bajo vientre y un grito de sorpresa se le escapó cuando giraron su cuerpo con brusquedad, quedando atrapado entre el colchón y el Alfa.

-¿Por qué no me despertaste?-Boss le preguntó con la voz ronca y adormilada a su espalda. Noeul se giró a verlo avergonzado, con las mejillas ardiendo.-No es justo que solo tú te diviertas, ¿no crees?-Un gemido alto se escapó de entre sus labios cuando el Alfa embistió en él, penetrándolo con fuerza.

-Perdón.-Musitó en un jadeo, la risa de Boss no se hizo esperar y Noeul se derritió bajo el cuerpo del Alfa cuando comenzó a moverse sobre él, con las manos apoyadas a cada lado de su cabeza, el aliento caliente contra su oreja.-Boss...-Su cuerpo se sintió de gelatina cuando el Alfa se retiró, girándolo en un hábil movimiento para que ambos estuvieran frente a frente.

Pusilánime // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora