Noeul observó con detenimiento su reflejo en el espejo. El maquillaje delicado que acentuaba sus rasgos de forma bonita, el cabello castaño perfectamente peinado y adornado con pequeñas perlas blancas. Su ropa lucía impecable, de un blanco puro y sedoso.
-¿Cómo te sientes?-Noeul quiso reírse de la pregunta. Miró a su lado a Peat, con su cabello rojo rebelde en amplias ondas.-Joder, ¿qué pregunta es esa? Debes estar nervioso.-El Omega asintió, pero una sonrisa amplia adornaba su rostro.
-Estoy feliz, Phi. Muy feliz.-Admitió con mejillas rojas y Peat se contuvo de pellizcar sus mejillas rosadas.-Es uno de los mejores días de mi vida.-Peat rodó los ojos.
-Supongo que ese es uno de los efectos de Boss en ti.-Murmuró, una sonrisa maliciosa formándose en sus labios cuando añadió.-Y eso que aún no has llegado a la luna de miel. Esa sí que es la mejor parte.-Peat carcajeó ante la expresión de Noeul, el sonrojo evidenciándose hasta en la punta de sus orejas.-No me mires así, estoy seguro de que has fantaseado aunque sea un poco con el cuerpo que se carga tu prometido, porque Dios el hombre está divino. Amo a Fort, pero no soy ciego.-El Omega castaño no dijo nada, se mantuvo jugando con su anillo de compromiso.-El que calla otorga, lo tomaré como un sí.
-¡Peat!
-Peat, deja de molestar a mi bebé.-Las manos de su madre terminaron a ambos lados de su rostro.-Mi tesorito, vas a casarte y no sé si llorar o estar feliz por ti.-Besó sus mejillas varias veces, repartiendo besos en toda su cara.-No te preocupes, me quité el labial para darte muchos besitos.
-Mamá...-Noeul llamó su atención y ella se apartó con los ojos llorosos.
-Perdón, perdón. Las bodas me ponen emocional.-Peat alzó una de sus cejas, mirándola ofendido.
-No lloraste en mi boda.-Él le reclamó, luciendo traicionado y la mujer se encogió de hombros, limpiando las pequeñas lagrimitas en los ojos de Noeul.
-Perdón, pero tú no saliste de mi vagina. No te mereces mis lágrimas.-Ambos chicos jadearon.
-¡Mamá!
-¡Señora Nuttarat!
Dijeron ambos chicos a la vez, mirando a la mujer con una visible mueca de perturbación en sus rostros. Ella carcajeó, despidiéndose de ambos antes de darle un beso en la frente a Noeul y desearle buena suerte. Peat se retiró unos minutos después cuando su padre apareció, ofreciéndole su brazo para caminar juntos.
Le temblaron las piernas todo el camino al altar. Frente a él, la expresión de Boss se congeló por unos segundos mientras miraba detalladamente su rostro. Noeul se sonrojó efusivamente y el Alfa arrugó sus cejas, para volver a su rostro de indiferencia usual. Miró al cura frente a ellos y luego a la persona a su lado, Noeul tragó en seco cuando el hombre empezó a hablar.
Y fueron siete minutos, siete malditos minutos en los que Boss se mantuvo en silencio cuando tenía que dar el "Sí".
Los murmullos en la iglesia se hicieron mayores, Noeul sintió un nudo formarse en su estómago y subir a su garganta cuando el Alfa no dijo nada.
Miró de reojo a Peat, quien le devolvió la mirada afligida y asustada. Noeul miró sus labios, incapaz de sostener su mirada por más tiempo.
Agachó la cabeza, sintiendo su aroma dispararse por los nervios y sus ojos fueron al anillo de compromiso en su dedo, sintiendo ganas de comenzar a jugar con él.
-Sí.-Boss dijo y Noeul sintió como el alma regresaba a su cuerpo. Dejó ir el aire que no sabía que estaba reteniendo y se giró a mirar al Alfa, más este tenía la vista hacia el frente.-Acepto.

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Pusilánime // BossNoeul
Hayran Kurgu"Noeul Nuttarat siempre ha sabido que no es suficiente para Boss Chaikamon. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa se ha conformado con tenerlo a su lado y que no es exactamente él quien desea tener por Omega. Si...