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"Cuando vi su sonrisa, lo supe. Era la sonrisa que quería ver siempre al despertar durante el resto de mi vida."

[Mario Benedetti]

Nunca había sido lo suficientemente ambicioso, sus padres solían decirlo muy seguido. Siempre fue una persona que no necesitaba mucho para ser feliz, lo que poco a poco lo convirtió en un conformista sin remedio. Noeul había aprendido soportar cosas hasta límites que hacían sangrar su orgullo, cosa que muchas personas no soportarían y que en ese entonces habían dolido demasiado, pero en estos justos momentos, Noeul sentía que todo había valido la pena.

El cuerpo de Boss se cierne sobre el suyo, apoyado en sus brazos para evitar aplastar al Omega. Los ojos de Noeul van al pecho desnudo del Alfa, donde un anillo cuelga de una cadena plateada y el reconocimiento ilumina su rostro. Es su alianza, Noeul la reconocería donde fuera y verla en el Alfa provoca miles de sensaciones bonitas en su pecho.

-Mi amor...-Boss lo llama, con la voz baja y dichas palabras envuelven al Omega en una nube rosa. Falta una hora para la medianoche y sabe que no pueden despedir de mejor forma su quinto aniversario.

Noeul abre a sus piernas y recibe al Alfa en su interior, la sensación de plenitud lo rebasa a medida que el miembro se abre paso en él, estirando la carne y sus manos acarician la espalda firme de Boss, presionando con fuerza hacia abajo para atraerlo a un beso. Todo el peso del Alfa cae sobre él y Noeul gime bajito cuando es apresado entre el pelinegro y el colchón.

El Alfa embiste en él con suavidad, en un movimiento casi perezoso que le saca un largo gemido de satisfacción a los dos. El pelinegro sale del interior del Omega para luego hundirse en él, una y otra vez, dejándose envolver por la sensación de placer que poco a poco los convierte a ambos en un desastre tembloroso. Noeul tiene sus pupilas dilatadas y la respiración errática, su aliento cálido se mezcla con el de Boss cuando el Alfa se acerca a presionar sus frentes juntas, con sus ojos brillantes en destellos que imponen la presencia de sus lobos, mirándose en una silenciosa complicidad.

Boss le hizo una promesa a Noeul y a su Omega, e iba a cumplirla esa noche, en ese momento, en esa cama. Con sus aromas mezclándose y sus miradas unidas, quiere hacer al Omega suyo, no sólo en nombre y en ley, lo quiere suyo en alma y esencia.

Sostiene las caderas de Noeul con sus manos, apresándolas en un fuerte agarre y al cabo de los minutos sus movimientos se tornan erráticos, Boss no cree que vaya a durar mucho y menos el Omega debajo de él, quien se retuerce en gemidos y se aprieta deliciosamente alrededor de su pene. Una de las manos de Noeul va a su pecho, sus dedos enrollándose alrededor de la cadena que oscila con cada embestida.

Bajo él, Noeul tiembla, corriéndose con un ahogado gemido y las cejas de Boss se fruncen inevitablemente cuando en medio de su éxtasis, el Omega rompe la cadena alrededor de su cuello. El anillo y la cadena caen sobre el pecho sudado y caliente del pelgris, enviando una sensación fría a su cuerpo que le provoca un ligero estremecimiento y es instinto, puro instinto lo que hace a Noeul exponer su cuello al Alfa cuando este se corre y anuda en su interior.

Los colmillos de Boss pican en sus encías ante la imagen que le regala su Omega y por unos segundos siente su conciencia mezclarse con la de su lobo, ambos presentes en el momento en el que hunde sus colmillos en el cuello de Noeul. Y es una sensación indescriptible, el cómo puede sentir todo lo que su Omega siente en esos momentos, todo el placer arremolinado en su bajo vientre, la felicidad, el miedo, el alivio, la expectación, todo se mezcla y explota como fuegos artificiales en su pecho.

Sus miradas se encuentran y están demasiado abrumados como para decir algo, por lo que se limitan a sentir todos esos nuevos sentimientos que afloran en sus pechos. Ninguno sabe donde empieza la felicidad de uno y dónde termina la del otro, todo se une y entremezcla para crear algo único. Los dos son uno ahora y Noeul siente que desborda euforia en esos momentos en los que el Alfa se acerca a besarlo suavecito, separándose para ver al Omega cuando un sabor salado se mezcla con sus salibas.

Pusilánime // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora